El verano pasado repetímos, y debido a la compra de nuestra futura casa las vacaciones tuvieron que hacerse algo más "limitadas", pero no por ello menos disfrutonas.
Así que fuímos al pueblo de mi madre, donde mis padres tienen una casa que compraron hará unos 5 años. Le han dedicado mucho trabajo, esfuerzo e ilusión.
Hicimos coincidir la estancia con las fiestas típicas de allí, juegos, competiciones, bailes por la noche, cena con el pueblo entero en el campo de fútbol, sopas de ajo a las 3 de la mañana... Un ambiente increíble y una gente espectacular.
Hicimos coincidir la estancia con las fiestas típicas de allí, juegos, competiciones, bailes por la noche, cena con el pueblo entero en el campo de fútbol, sopas de ajo a las 3 de la mañana... Un ambiente increíble y una gente espectacular.
Por las mañanas decidí salir a correr por allí. Por la tierra de la que vengo en realidad. Todos mis genes provienen de León, por lo menos hasta donde alcanza la memoria de mis padres. Correr por allí es una gozada, ¿quieres cuestas? ¿Quieres llano? Allí hay una diversidad enorme de terrenos desniveles y sobre todo en verano, un clima de lo más agradable por la mañana. Correr al lado de las tierras de maíz, remolacha o lúpulo, no tiene precio, respirar aire puro sin parar, tampoco.
A mi compañero de blog Aarón y a más de un cazurrin les sonará estos parajes.
La ruta descrita aquí recorre desde la misma casa de mis padres en Vecilla de la Vega, hasta el pueblo de mi padre, San Cristobal de la Polantera. Pasar un tiempo por la tierra de la que procedes, cuando hace mucho que no la ves, parece devolverte un poquito más de tí.
Como leonés que puedo decir, solo que tienes toda la razón del mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha encantado ese último párrafo. Hace tiempo ya que publiqué este post:
ResponderEliminarhttp://lasantabiologia.blogspot.com/2009/06/mis-recuerdos.html
Que viene a ratificar lo que tu dices, en cierto modo nuestra tierra, la de los nuestros y nuestra familia nos marca más de lo que creemos y muchas veces ir a ella nos ayuda a conocernos mejor. Tener un punto de partida nos ayuda, creo eh, a ser más felices y avanzar más seguros.
Y por lo de los caminos, tienes toda la razón, además las temperaturas de león en verano, bueno por esa zona del páramo calienta pero, no son las temperaturas de madrid o badajoz.
Un abrazo Juanqui y gracias por el enlace, un detallado.
PTA: Cmo dicen en mi pueblo: No hay nada como ca... entre los maizales!!!! ejjeje