Hacía muchísimo tiempo que los nervios no me sorprendían desde varías horas antes del día anterior a la prueba. Pero la tarde del vierne 28, después de recoger el dorsal, chip y demás objetos para el Wild Wolf Triathlon de Madrid, algo cambió en mi cuerpo. Se volvió algo tenso, nervioso... ¿eran ganas de que llegará?
Por la mañana estaba todo listo. Todo era nuevo, y mi primer triatlón me había exigido un extenso "checklist" para no olvidar todo lo que tenía que llevar. Pero como decía estaba todo listo por la mañana. Y allí en la Casa de Campo, no solo estábamos Fran y yo para competir: podíamos presumir del auténtico equipo de amigos formado por Carol, Lau, Vane y Oscar, Gon y Rose, Gema y Jessi, que nos acompañarían a lo largo de la prueba, gritando y animandonos a tope. MIL GRACIAS CHICOS de verdad. Desde la distancia nos animarían también, Mickey, nuestro Mister Héctor Carmona, Arturo, Mac... Incluso Javi que competía por la tarde, estaba allí a primera hora para darnos consejos y animarnos.
Me encontraría por allí a Álvaro Sanchez, del Moratalaz. Dejado todo el equipo junto a Fran (saldría unos 45 minutos después que yo en otra serie) en los boxes, comienzo a calentar... los nervios siguen ahí desde ayer. Me quito la camiseta y me quedo con mi estupendo tritraje a "estrenar en competición". Pillo el gorro de mi serie y las estupendas Zoggs Predator Flex. Llegaría mi padre justo cuando estaba bajando al pantalan dispuesto a probar el agua antes de la prueba.
Tirada de cabeza y entrada del agua en las gafas. Todas las veces que lo había ensayado en piscina había salido bien y justo hoy no (Ya me lo había advertido la experimentada Helen Estratopulos) así que creo que no iba a empezar así. No obstante el agua esta genial de temperatura y avanzo unos 25 m de ida y de vuelta para entrar más en calor. Subo al pantalan de nuevo y asciendo por la rampa para ponerme a cola de mi serie. Mi cara es un cúmulo de sensaciones.... nerviosas. Allí me abrazo a mi padre (gracias papá, por disfrutar de aquello tanto o más que yo).
En el agua
Van sucediendose las series y llega mi turno. Más nervios mientras me acerco junto a mis compañeros, me situo y me arrodillo para echarme agua sobre el cuerpo. Señal de salida y al agua. Novatada genial cuando no he dado al crono, así que como el más torpón, le doy en el agua y empiezo a nadar a crol. Todo iría bien hasta los 300 metros aproximadamente... A partir de entonces, cierto agobio y nerviosísmo aún se apoderan de mí y me impiden llevar la rítmica respiración que tan bien me estaba ayudando a avanzar por las aguas del lago de La casa de Campo. Vienen a mi cabeza pensamientos de cuando era peque e iba a con mi mami a las clases de natación...que agobio, no se me daba bien. "Concéntrate, puedes hacerlo. Lo has hecho ya", me digo.Trato de seguir un poco a braza pero no hay manera, estoy descontrolado. Vislumbro a un compañero yendo a espaldas y digo "¿por qué no?". A espaldas avanzando apenas unos 10 metros, logro que se me hinchen los pulmones de gran manera, girar y proseguir a crol hasta el final. ¡Qué gran idea! Voy viendo la penúltima boya y pasada esta las últimas que abren paso a la salida del pantalan. Ya cerca de allí y cada vez que saco la cabeza para respirar, un "borrón" azul que me hace fotos se aproxima a mi retina cada vez que respiro. ¡Es Gon! Y cerca de él estaría Carol también, pedazo equipo. Asomo la cabeza cual tortuga en el agua y veo la salida del agua a tan solo 10 metros. ¡Vamos! Cuando toco "tierra" me inunda una energía extraña ya que aquello acaba de empezar, ya he pasado una prueba disfrutando al final y estoy rebosante de energía.
A dos ruedas
Correr por el pantalan me recuerdas a las "zamburguesas" de humor amarillo. Asciendo por la segunda rampa mientras Javi me grita y anima. Más adelante y al lado de los boxes Rose chillaba como la que más: ¡Vamos Juanqui, vamos León!. Lo está viviendo tanto como nosotros y eso es una transmisión de energía increible. Llego al boxes y allí encuentro rápidamente a mi flaca, me enfundo el casco, gafas, dorsal y me pongo las fantásticas hyperspeed con los cordones automáticos (de los que hablaré más adelante) y salgo corriendo hasta la zona donde podemos subirnos en la bici. Sensaciones buenísimas, nada mal y todo va muy fluído. La energía fluye como un torrente y en gran parte es por el "pedazo equipo" de amigos que tenemos allí gritando y animandonos. Es entonces cuando veo a Carol chillando y con una alegría enorme en la cara, ocultándo en parte algo de nerviosísmo por la prueba. Poco a poco voy pedaleando y voy bien fuerte, sonrisa en la cara y muy concentrado sobre todo en las bajadas en todos los movimientos ya que a 30 km/h se hace necesario. La segunda vuelta me hace sonreír más, voy disfrutando una animalada, más que en el agua y animando a cada compañero al que paso. Subo bien, cambio de manera correcta pero el miedo a pinchar no me lo quita nadie... Veo triatletas bajados de la bici que han pinchado, con la cadena rota e incluso en la ya tercera vuelta uno que ha perdido o roto un pedal y va luchando con solo uno de ellos. Aquello me hace recapacitar y valorar mi situación "¡Vamos Juanqui, puedes darle más!". Aprieto y aprieto. Se nota que hemos hecho el circuito con anterioridad y lo conocémos un poco más gracias a Mario de la farma (que competiría al día siguiente con excelentes resultados). Deseo que llegue el final por que me apetece correr una animalada. Se pegan a rueda en los dos últimos kilometros dos triatletas y al rato me releva uno diciendo que le siga, ¡que buen rollo! Llevo toda la prueba de la bici solo, pero aquello me viene en fantástico momento.
Lo que mejor se hacer
Entro en boxes bajándome muy bien de la "flaca" y corriendo hasta mi hueco. Aparco la bici y salgo zumbando. Por allí estan Carol, mi papi, Lau, Vane, Oscar, Gon, Rose, Gema, Javi y Jessi. Aquello no tiene precio. La sensación del cambio de la bici a correr es buenísima, sin problemas y salgo a buen ritmo de 3:50. Voy pasando a practicamente todos los correedores, no sin animarles antes. la felicidad me invade y cada vez que veo a algun amigo me ilusiono más. A falta de un kilometro pienso en que aquello se acaba, en lo bien que me lo estoy pasando y en que creo que repetiré. Recta final, allí de nuevo todos nuestros amigos y Carol nos esperan, les saludo y esprinto de nuevo con la felicidad recorriendome en forma de electricidad. Entro saltando de emoción y con las manos extendidas marcando un tiempo de 1:25:05 (16:31 para la natación, 45:16 para la bici y 19:11 para la carrera a pie) en 123º posición destancando como el 22º mejor tiempo de la carrera a pie de la prueba con más de 1.200 participantes, muy contento sobre todo por las sensaciones.
Fran entraría marcandose un estupendo 1:28:58.
Una organización fantástica y todo muy bien preparado. ¡Repetiremos!
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Agua, 750 m |
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Bicicleta, 3 vueltas, 23,1 km |
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Carrera a pie, 5 km
Valoración final en
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