La mañana no pintaba nada mal. Ya el día anterior asomaba Lorenzo mandando sus primeros rayos del sol decentes de este año, mientras
Fran, Athos y yo hacíamos la puesta a punto, rodando, haciendo unas rectas y estirando.
Así que el día siguiente, fue casí un calco del anterior. Me levanto algo nervioso, los crosses son duros.
Acaricio la eléctrica chapa de rayo de Athos y le digo que me de una pizquita de su velocidad. Me lanza una mirada algo inocente pero, irónicamente, como entendiendome.
|
Athos, siempre lleno de energía |
Así que estábamos en el Parque Juan Carlos I a las 11 de la mañana con Carol, Vane y Karmen, que vinieron a lanzarnos su ánimos, ¡gracias chicas!. Había muchas ganas de retomar un cross, y sobre todo de que
Fran lo probára. Después de calentar nos pusimos en la línea de salida a hacer una rectas, dónde estuve con Alejandro Heras,
Darío, y mi compi Paco de la Panda del Muro junto con
Fran.
¡Fuerza y honor!
Como diría
Doc Emmet Brown, "puntual como un reloj", dieron el pistoletazo de salida y allá nos lanzamos. Una salida bastante fuerte para correr cómodo y veo antes de girar a la derecha a
Darío de nuevo mientras le digo:
"Uff Darío, si voy pegado a tí es que voy demasiado fuerte", con lo que después de girar aminoro la marcha.
|
Disfrutando de una primera parte enérgica |
Una vuelta por el circuíto pequeño mientras nos llenamos de los ánimos de Carol, Vane, Karmen y los papis de
Fran que habían llegado, aparte de las calurosas fuerzas de Gonzalo y de Juan de la Panda, mientras sufrímos por las tortuosas curvas de 180º, típicas de los crosses y alguna que otra cuesta que le bajaba los humos a más de uno. Vislumbro a Paco a unos 150 m de mí, sabiendo lo fuerte que está y que me cogerá en brevas. Un pelín más atrás veo a
Fran que va genial, y mediante gestos nos mandamos ánimos y fuezas. Subo por segunda vez la cuesta de la derecha de los 4 pinos con más ánimos que la primera.
He comprobado que por lo general, me cuestan más los primeros kilometros que los últimos, pareciera, que me costara entrar en calor. Así que una vez encaminados al circuíto grande, entro en Tierra de Nadie y voy a mi ritmo, demasiado cómodo, hasta que me doy cuenta que puedo dar más de mí. Llevo en la cabeza incomprensiblemente (miento, mi chica la había puesto en casa varias veces y... que diablos, me gusta, ¡tiene fuerza y energía!)
la canción de "Papi".
|
Impresionante foto: Fran y yo lanzándonos ánimos |
En la bajada al lado del "Donuts", la "O" del parque, me pasan tres corredores que me animan a seguir, menudas máquinas. Voy un poco justo, pero saco un poquito de fuerzas y me pego a ellos. En la subida posterior al "Donuts" uno de estos tres compis flaquea y le animo a seguirme. Subimos juntos la cuesta, disfrutando del apoyo que nos damos entre los dos. Me encanta cuando pasan estas cosas en las carreras, deportividad y apoyo priman a la competitividad, pareciera una carrera de equipo.
Al llegar al final de la cuesta me ánimo un poco más y aprieto, siendo consciente de que queda poco y que ya, casi todo es bajada. Mantengo la distancia con los dos corredores que me habían pasado y el tercero me sigue de cerca. Los kilómetros van cayendo, la meta está cerca, ya se ve, se oye la megafonía y subo el ritmo un poco más.
Al rato, uno de los voluntarios nos desvía hacia la recta final.
Empieza el cosquilleo, la mente lo sabe y no ha tardado en decírselo al resto del cuerpo. Comienzo a subir instíntivamente la velocidad, y en mi cabeza recuerdo a Athos cuando llegamos a casa de correr y se pone a esprintar. Me cruzo con Juan de la Panda del Muro y al momento con Gonzalo, Karmen, Vane y ¡zas! veo a Carol:
se abré la válvula del todo y rompo a esprintar como si fuera Athos. Sensaciones una vez más indescriptibles. Al entrar en meta la satisfacción es total, he cogido a otro de los compis que me adelantaron y a pesar del pecho que parece una caldera a tope de leña, la felicidad desborda. Felicitaciones mutuas con esos "compañeros de la cuesta del donuts", con
Darío que ha quedado 10º (¡Enhorabuena campeón!), Alejandro Heras (¡4º!) y con Paco que llega al instante.
Fran llega a los dos minutos, ya no me da ni tiempo a ir a buscarle de lo mucho que está mejorando (¡En breve caen los 40'
Fran, menuda progresión en tu primer año amigo!).
|
Recibiendo adrenalina por doquier |
No habiendo tiempo oficial
(aunque conté 26:30 a 3:45 min/km), finalicé 36º de la general y 24º de mi categoría, siendo unos 374 corredores.
|
Pensamiento Alegre: siempre al apoyo · Fran, reventando sus cronos |
Precioso día soleado, corriendo, con la mejor compañía y satisfecho de una carrera en la que como siempre, lo hemos dado todo. Genial organización la de A.D. Marathon, felicidades.
Valoración final en
El Calidómetro