"La adversidad forma parte de la vida y cuando eso sucede, lo más importante no es la experiencia que vivimos, sino cómo la vivimos y lo que hacemos con ella".
Esa fue la frase del día.
Llegados a Serrano y con el supercoche de Jose aparcado nos dirigimos a por el chip, Carol, Jose y yo. Para que voy a engañarme: llegaba nervioso y es que siendo el primer 10.000 de la temporada eso asusta y siendo el CSIC a mi más. Es la primera toma de contacto con la distancia y no sabes cual va a ser la respuesta del cuerpo.
Recogido el chip y todo, un ligero contratiempo nos hizo llegar tarde a la salida con apenas calentamiento (aunque el gel térmico Galius ayudó bastante la verdad), pero eso es lo de menos, lo de más, es como lo vivimos: salir a Serrano para encaminarte a la linea de salida y ver que ya se ha dado esta y aún te faltan 200 metros para llegar, pues no tiene precio. Pero hablando mal y pronto, decidimos "ponerle más huevos" al asunto y aunque lo fácil hubiera sido salir directamente nos calmamos y fuimos hasta el arco: allí dió comienzo nuestra aventura.
Salimos a darlo todo, y mientras sorteábamos con respeto y cuidado a los corredores que había por delante, la velocidad iba tomando altura y el motor iba cogiendo más calor. Aquello funcionaba. Y aunque desde el principio sabíamos que no iba a ser fácil nos enfrentamos al reto desde el principio: NO GUTS, NO GLORY. Vamos muy rápido, el primer kilometro a 3:30 y eso para ir en mitad de toda la carrera es todo un logro. Aún así, eso no impide animar a la gente mientras paso al lado. La nostalgia de las primeras carreras me recorre la cabeza, cuando salía tan atrás.
Seguimos adelantando como podemos, mientras buscábamos nuestro hueco. Aquello es muy complicado. Saltamos a la acera para darle con mayor fluidez. Jose me sigue de cerca. Mientras se acerca el momento, me voy mentalizando hasta que llega ese instante: aparece el coloso de Madrid, la CasteLLANA. Comienza el ascenso a la "montaña Invisible", así que bajo la mirada y comienzo a subir. Voy fresco, ligero y me siento realmente rápido. No sé como va a salir aquello después de los contratiempos pero me da igual, ahora lo que importa, es lo que siempre estamos buscando, disfrutar corriendo. Y la sonrisa aparece por doquier. Me siento especialmente positivo, Carol, Jara y Athos, son el corazón de mi energía y pensar en ellos me hace tirar hacia adelante. Poco a poco van cayendo los kilometros y no me doy cuenta. Visualizo a Carol en meta, ella sola como en las primeras carreras, esperando paciente y resistente entre los 10ºC que rondaban por entonces y eso me eleva más, hay que luchar por llegar, ella lo merece.
Llega Alberto Alcocer y... espera un momento: CasteLLANA ¿dónde estas? He soportado el tramo más duro de la carrera con una constancia como nunca, me siento fuerte y motivado. Caray, cualquiera diría que hemos salido muy mal ¿verdad?
Voy animando a la gente como puedo y al giro a la derecha en la Calle Colombia, hay unos ligeros repechos que supero con facilidad. No quiero mirar el crono... Me siento genial y eso es lo que importa. Llega Serrano y cuando menos me lo espero la República Argentina. Sigo muy ligero, he ido con las fuerzas muy bien distribuidas y subo aún más el ritmo. La penúltima recta se me hace muy corta mientras me siento como Athos, corriendo y buscando con ansia a Carol: finalmente la veo, cámara en mano (¡qué haríamos sin tus cada vez mejores fotos!), de nuevo esa chispa prende el fuego interior que se vuelve a desatar como nunca de manera eléctrica, mientras la saludo y comienzo un rápidisimo esprint que aguantaría 200 metros más hasta el arco de meta. Allí con una sonrisa de oreja a oreja miro el tiempo del arco que marca unos 41:03 minutos cuando al momento miro mi crono que indica un tiempo de 39:03.
Sensaciones espectaculares para una carrera nada fácil. Busco a Jose que entra después de mí. ¡Sí! hemos afrontado ese momento difícil del principio con mucha entereza para terminar haciendo un tiempo muy aceptable. Una organización más que buena, todo perfecto. La bolsa del corredor con una magnífica camiseta fue algo escasa, la verdad.
"Eléctrico" |
Jose, luchando de principio a fin |
¡Equipo! |
La alegría me lleva a buscar a Carol y terminar con un abrazo. Más adelante y justo cuando nos ibamos a ir, me encuentro con Yolanda, Pingüina Veloz, gran heroína de los 100 Km Madrid-Segovia ¡encantado de conocerte en persona!. Cómo mola conocerse entre bloggers solo unidos al principio por el mundo virtual.
¡Con Yolanda! |
Creo que en el camino a casa no se me borró la sonrisa, entre otras cosas por que si disfruto corriendo, este día lo había hecho como nunca. Y es que la adversidad forma parte de la vida y cuando eso sucede, lo más importante no es la experiencia que vivimos, sino cómo la vivimos y lo que hacemos con ella.
Valoración final en
El Calidómetro