Iba a ser la carrera previa a la Vallecana. Preparatoria, indicatoria... algo que me diera buenas sensaciones e indicara que todo iba tan bien como estaba notando.
Eran 3 ya, las semanas bien duras que llevábamos entrenando, un periódo de tiempo tan duro, que me aventuré a llamarlo "El Infierno del Mister". Se que a la larga nos pondría bien fuertes, pero de momento y a falta de dos días para el cross llegaba con las piernas bien cansadas...
Esa mañana, Carol, Auro, Schumy, Jose y yo ya en el lugar de la "batalla" en la Dehesa de la Villa, amanecía con el clima un tanto gris, no hacía frío pero ni pizca de sol. Llegar allí y vislumbrar el ambiente deportivo y de buen rollo es recordar carreras pasadas de cross, cuando el atletismo no era un negocio, si no una forma de vida. Allí de repente y por fortuna conózco a Álvaro de El Velofondo (encantado tío, gracias por esperar y dar esos ánimos), más tarde veo a Miguel de Tengo un reto, al cual veo más fino que la última vez y por sorpresa a Pedro de los amigos Tres Trotones. Ya como guinda llega mi padre por sorpresa para dar apoyo moral, ¡gracias papá!
Antes de la carrera experimento un estado de "gracia" en el que ni los nervios ni la extrema paz están conmigo, me siento muy calmado pero presto a lo que acontece. Este era el día en el que Jose se estrenaba en un cross: confiaba que lo iba a hacer guay, es un tío con unas condiciones físicas excepcionales y con mucha fuerza. El circuito (abajo marcado solo una vuelta) constaba de unos 2.000 m por vuelta siendo tres las que había que realizar.
Con Miguel y Jose en la "pre". |
Las carreras llevan algo de retraso y la hora de salida propuesta para las 12:00 iba a trasladarse a las 13:00. Calentamos con algo de antelación y llegado el momento justo vamos hacia la salida: FUERZA Y HONOR. Recuerdo unas palabras intercambiadas con Miguel cuando le dije: "la humildad que tienes tío, te hace mejor que otros".
Allí a la espera del momento de la salida nos colocamos extremadamente bien, en 2ª fila. Salimos enfilados, rapidamente pero no en extrema velocidad, con cuidado para evitar caidas. La bajada se produce con un ritmo fluido y rápido, por encima de la media y sin quererlo ni beberlo me veo delante del todo con tan solo 8 personas por delante, entre ellos Miguel y mirando de un lado para otro no veo a Schumy, mi referencia en muchas carreras. Pero trato de no liarme: no creo que me haya pasado de rápido, me veo fuerte y ligero y además aun yendo por el exterior y por la parte de terreno abrupto y más complicado, me desplazo con agilidad sabiendo que pocos corredores irán por este lado y de esa manera, corro con mayor libertad. Noto mucho los entrenos duros de las últimas dos semanas, planificados por el mister (gracias Héctor), el motor ruge como nunca con fuerza y ligereza.
Subidas y bajadas, curvas cerradas de 180º... el cross no perdona, el cross no te deja un momento para tomar aliento, el cross es para todos, pero solo logran aguantarlo los más fuertes. Me mantengo casi por delante de Schumy casi hasta la primera vuelta pero me adelanta bastante antes: curiosa e irónicamente, eso parece "ponerme en mi sitio", como si necesitará ese lugar detrás de él y entonces alcanzo mi ritmo siguiéndole hasta pasada la 2º vuelta. Auro, Carol y mi padre nos lanzan ánimos en cada vuelta, y no dejo de agradecérselo a la vez que paso a su lado. Álvaro vuelve a estar en cada vuelta hasta el final lanzando energía positiva de igual modo, ¡gracias tío!
Encaminando la tercera y yendo muy bien y no lejos de Schumy, empiezo a aquejarme de un ligero flato. Uff, como nunca. No recordaba uno tan fuerte nunca, tratando de controlarlo como siempre se agudiza más, debido a la dureza del cross y lejos de bajar mucho el ritmo aguanto como puedo, no sin alguna mueca de dolor en mi cara, no sin mi brazo izquierdo apretando con fuerza el costado. Las cuestas se hacen más duras, las curvas más cerradas y el circuito parece haber cambiado en cada vuelta volviendose más complicado: pasan por la cabeza los ánimos de Mickey, de Rose y Gonzalo... ¡Y vaya si ayudan! Queda poco muy poco y tengo que luchar, me pasan un par de corredores, pero lo único que no quiero es que Carol me vea así, acostumbrada a verme disfrutar con una sonrisa. "Venga venga, ánimo, tu puedes", digo para mis adentros, pero el flato no desiste. ¡Un esfuerzo más que ya no queda nada! En menos de 300 m está el final, y si no puedo esprintar llegaré con una sonrisa sea como sea: Carol no ha pasado frío y esperado toda la mañana para verme entrando mal. Realmente comprendo que a pesar del flato, sigo corriendo muy rápido y es lo que me da un impulso para mostrarme de nuevo feliz al cruzar la meta en 11º lugar marcando un 23:07. Eso si, nada más parar insuflo aire como puedo a pesar de que me cuesta mucho.
¡Miguel ha quedado 2º y Schumy 6º! Vaya par de cracks, ¡enhorabuena a los dos!
No pasa ni un minuto cuando una locomotora viene a lo lejos, ¿qué es? ¡Es Jose entrando como una moto a tope, vaya sprint y vaya debut!
Buenísima organización a pesar de los retrasos (en un cross a veces es inevitable, hay mucho que hacer) y una mañana excelente, ¡el año que viene repetiremos! Saludos a Manuel, atleta que conocí al final de la carrera y que leía Otra forma de correr, ¡un placer tío!
Miro de cerca La Vallecana. Segun avanza el año veo como se va cercando el trecho entre ella y yo, pero por estas fechas ya esta aquí, muy cerca. Y yo, si nada lo impide hasta el momento, listo para ella.
Tratando de seguir a Schumy Jose disfrutando y luchando
Encaminando la tercera y yendo muy bien y no lejos de Schumy, empiezo a aquejarme de un ligero flato. Uff, como nunca. No recordaba uno tan fuerte nunca, tratando de controlarlo como siempre se agudiza más, debido a la dureza del cross y lejos de bajar mucho el ritmo aguanto como puedo, no sin alguna mueca de dolor en mi cara, no sin mi brazo izquierdo apretando con fuerza el costado. Las cuestas se hacen más duras, las curvas más cerradas y el circuito parece haber cambiado en cada vuelta volviendose más complicado: pasan por la cabeza los ánimos de Mickey, de Rose y Gonzalo... ¡Y vaya si ayudan! Queda poco muy poco y tengo que luchar, me pasan un par de corredores, pero lo único que no quiero es que Carol me vea así, acostumbrada a verme disfrutar con una sonrisa. "Venga venga, ánimo, tu puedes", digo para mis adentros, pero el flato no desiste. ¡Un esfuerzo más que ya no queda nada! En menos de 300 m está el final, y si no puedo esprintar llegaré con una sonrisa sea como sea: Carol no ha pasado frío y esperado toda la mañana para verme entrando mal. Realmente comprendo que a pesar del flato, sigo corriendo muy rápido y es lo que me da un impulso para mostrarme de nuevo feliz al cruzar la meta en 11º lugar marcando un 23:07. Eso si, nada más parar insuflo aire como puedo a pesar de que me cuesta mucho.
Al final y a pesar de todo, logré sonreís como siempre |
No pasa ni un minuto cuando una locomotora viene a lo lejos, ¿qué es? ¡Es Jose entrando como una moto a tope, vaya sprint y vaya debut!
Con Carol y mi padre · Con Jose y Schumy, vaya cracks
Miro de cerca La Vallecana. Segun avanza el año veo como se va cercando el trecho entre ella y yo, pero por estas fechas ya esta aquí, muy cerca. Y yo, si nada lo impide hasta el momento, listo para ella.
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