26 nov 2012

Carrera Ponle Freno 2012 (5 km)

De nuevo otro 5.000. Sacando lo más rápido de nosotros mismos y aconsejados por el mister, nos apuntamos a esta carrera en la que el año pasado nos quedamos sin inscripciones y tuvimos que ir a la desafortunada Trofeo Jose Cano

Vaya semanita. Empezábamos las series de la temporada y el camino hacia la San Silvestre Vallecana tratando de afinar. La noche anterior ya intuía en Carol sus nervios por correr, se la ve disfrutando de cada tramo, saliendo a correr sola y potenciando su mente con cada entreno: SABÍA QUE LO IBA A HACER BIEN.

El domingo amaneció bien, una buena temperatura para "caldear" la ciudad. Ya en El retiro con Fran, Laura, Carol y yo disfrutábamos del ambiente de la carrera: una inmensa marea naranja inundaba el parque. Con el tiempo más o menos controlado Fran y yo nos fuímos a calentar. Después de un escaso cuarto de hora rodando y ante la enorme y rápida aglomeración de gente en la salida, nos dimos un poquito de Galius Sport de precompetición y decidimos ir a la salida a colocarnos. Pero antes, frente a frente, le dije a Carol, lo bien que sabía que lo iba a hacer.

En la salida y en una 4ª fila, aún pensando que debíamos colocarnos algo más adelante, esperamos ansiosos la salida, el pistoletazo dado por el periodista Matías Prats. "Fuerza y honor", son las palabras intercambiadas con Fran, que me devuelve una sonrisa. Trato de concienciar a Fran acerca de lo bien que va a correr, y que en los momentos duros, recuerde como hago yo, los entrenos de calidad de esta semana en los que cuando estás a punto de parar, decides seguir para mejorar, para superarte.

¡Pum! el pistoletazo se hace esperar bastante. Salimos lanzados y nos cuesta al menos 200 metros de adelantamientos correr con naturalidad y comodidad. La carrera está muy masificada, pero ¿eso es un impedimento? Superamos con habilidad ese tramo muy pegados el uno del otro y cuando encontramos un sitio abierto le digo a Fran que ya podemos darle caña. No obstante, es increíble la cantidad de gente incorretamente colocada. Trataremos de ir subsanando ese error, también por nuestra parte

Cuando salgo de El Retiro, aún llevo a Carol en mente, confiando en ella como siempre y adelantando por el exterior a un grupo numeroso de corredores para ir recuperando posiciones.

Hall of Fame de The Script iba resonando en mi cabeza por entonces y desde casi toda la semana. Me mola este tema y todo lo que dice, hasta una frase que me encanta: "...you could walk straight through hell with a smile". 

El Paseo de la Reina Cristina va cayendo poco a poco y mis ánimos no dejan de sonar: ¡Ánimo máquina! le digo a un compi mientras le adelanto volando hacia abajo. Llevo la extraña sensación de ir muy ligero, de no ir al límite y de llevar una reserva importante, pero no quiero arriesgar de momento, se que más adelante, volveré a enfrentarme al "Diablo", y se que que yendo así iré preparado. Y parece oírme, cuando poco después del desvío de la carrera de 5 km comienza la subida a una verdadera montaña (como lo oyes Sergio Moreno, buen amigo mío), esta vez nada invisible. Pero a diferencia de otras veces, experimento una buena facilidad para ascender. Paso a un corredor mientras le ánimo y encaro casi el final de la Cuesta del Ángel Caído. Voy animando a todo el que puedo, parece que lo necesito, ese buen rollo me da fuerzas y energía positiva. Al final de la cuesta llevo a un corredor del Clínica Menorca delante y al girar a la derecha y pasados unos 100 metros le cojo, no sin antes pasarle energía positivas, mientras recuerdo que en ese club esta el gran Arturo, atleta que admiro sinceramente. 

¡Vamos! Una tonta sonrisa se vuelve a dibujar en mi cara, queda poco y creo que estoy haciendo una buena carrera. No he mirado el crono en ningún momento dejándome llevar como siempre por la voz de mi cuerpo. Alguién me grita que voy 9º ¡madre que bueno! 

Pillo a otro corredor antes de encarar la recta final, donde sé que allí nos esperan, Mickey, Laura y Vane que han venido a vernos. Voy mirando y disfrutando del calor del público y a falta de 200 metros veo a Mickey, a Laura y a Vane con la cámara en mano, les saludo y les hago saber que va por ellos. 


¡Explotando (de felicidad)!
Uff me puede la adrenalina, que lucha por salir, y exploto: meto un cambio que no hace más que deslizar felicidad pura por mi cuerpo, ¡adoro la sensación de esprintar tras una carrera!
"Puedes atravesar el infierno con una sonrisa"
¡Sí! entro con lo que creo que es mi mejor marca, 17:56 en 8ª posición general y de mi categoría. Espero apenas unos segundos para ver como Fran entra extasiado marcándose un 18:59. ¡qué grande, su Mejor Marca también! Nos abrazamos felices y apenas le dejo respirar para salir lanzados a por Carol. Dejamos las cosas donde Vane y compañía y vamos a su encuentro. Carol quería que la cogieramos antes de que subiera la Cuesta del Ángel Caído... algo demasiado ambicioso... para nosotros, ya que había apretado tanto que la cogimos 200 metros más adelante. Nos recibe con una sonrisa, uno de los podéres más grandes para conseguir energía extra: CORRER DISFRUTANDO.  De verdad que hablar de orgullo cuando la veo correr es quedarme corto. No se el tiempo que lleva pero solo verla disfrutar así hace que haya conseguido el reto. Cuando atravesamos la recta final, el crono marca 30:00 pero su reloj pone ¡29:00! Mejor Marca Personal para alguién que lleva apenas corriendo, no sin ilusión y esmero.


¡Bien comandada Campeona!
Un día perfecto, con los amigos al lado, gracias Mickey (pronto estás tu puliendo el asfalto tío), gracias Laura (ánimo te recuperarás pronto) y gracias Vane (has de quitarte pronto la espinita, ¡ánimo!): si algo nos mueve, en parte son vuestros ánimos, presencia y energía que nos transmitís.


¡GRACIAS EQUIPAZO!
Ya en casa, solo toca disfrutar con Vane, los papis de las chicas, Athos, Jara, Carol y yo, de una mágnifica comida. 

31 de diciembre, te tengo en la cabeza.


Ruta para correr 890195 - powered by Runmap 



Valoración final en
El Calidómetro



19 nov 2012

La delgada línea entre parar o seguir: la adaptación deportiva

Recuerdo en pleno invierno, entrenando con Fran, hacía un frío de narices: en concreto -2 ºC. Mientras corría con el viento helado golpeando mi cara protegida por el buff y el gorro, se venían a mi cabeza las imágenes de la película Batman Begins, con su tema Vespertilio en las que el protagonista pasa un buen calvario hasta llegar al templo al principio de la película. Se hizo muy difícil entrenar, tocaban series y aquello es duro y más con frío. Pensé en parar, pero seguí. Y en otro entreno con series, alcanzé un ritmo endiablado que jamás había conseguido tener, gracias entre otras cosas, al Mister, que iba tirando de mí. Eso si, acabé con una voz, que parecía un teleñeco. En ese entreno se me pasaron muchas cosas por la cabeza, fue tan duro que hasta pensé, de nuevo, en parar. Pero decidí seguir. La decisión entre una cosa o la otra era extremandamente fina. Decides en décimas de segundo, pero has de tomar una decisión u otra. Es un lugar extrañamente mágico.

Todos lo conocemos. Cualquiera que haya llevado su cuerpo al límite conoce esa sensación y ese lugar. Al igual que un héroe griego presto a enfrentarse al peor de los monstruos, podemos elegir dar la vuelta y parar. O por el contrario, aferrarnos a nuestro escudo y espada confiando en nuestro potencial. Claro que, parar significa un "falso" relax, una agradable sensación de bienestar, alejados de la agonía y de la prolongación del sufrimiento que representa seguir "luchando".
Metafóricamente, la lucha es muy encarnizada en el interior de cada uno
Pero si logras mantenerte firme, si logras "hipertrofiar" tu voluntad y seguir adelante sin rendirte, te conviertes en algo superior: una especie de coraza parece envolverte, haciendote más fuerte, más potente y destrozando los límites impuestos y alcanzando la gloria. Nada alejados de la realidad de estas frases de novela, así es. Estamos hablando de la adaptación.

Esas modificaciones que se logran en el organismo bajo la influencia del entrenamiento y que se manifiestan desde un nivel molecular, haciendo que alcanzemos un escalón superior. Se define como la capacidad de los seres vivos de acostumbrarse a las condiciones del medio ambiente, en este caso a las cargas del entrenamiento.

El atleta recibe una carga, percibida como un “estímulo agresor” para nuestro organismo y entra en sus fases de alarma, resistencia y agotamiento, tratando de solucionar el “problema”. Se producirán una transformaciones de mejora física, funcionales y psíquicas bajo el efecto de cargas externas siempre que los estímulos alcancen una intensidad adecuada a la capacidad individual de rendimiento, un volumen mínimo determinado y haya un intercambio correcto entre carga y recuperación. Evidentemente si reducimos o no incluimos la carga necesaria, estas adaptaciones irán desapareciendo progresivamente, de inversa manera a la que fueron apareciendo. Biológicamente hablando, las cargas a las que sometemos al cuerpo, comprenden unas fases posteriores, en las que destacan: La etapa de adaptación urgente y la etapa de adaptación a largo plazo.

· La etapa de adaptación urgente, donde entran en juego la carga y las reservas funcionales y como consecuencia de ello:


1º- Aumento brusco de la frecuencia cardiaca, del débito ventilatorio, consumo de oxigeno y de la concentración sanguínea del lactato.
2º- Alcance de un estado estable: la actividad de los diferentes sistemas funcionales se mantiene a un nivel constante.
3º- Desaparición progresiva del equilibrio entre las necesidades ligada a la actividad y su satisfacción, por razón de la fatiga del sistema nervioso central y del agotamiento de las reservas energéticas. Es esta fase la que no debemos alcanzar con frecuencia pues evitará los procesos de adptación a largo plazo y tendrán consecuencias negativas para nuestro organismo. Lo que denominamos “pasarnos de la raya”.
· La etapa de adaptación a largo plazo, donde intervienen mecanismos totalmente diferentes. Cuando se impone una carga superior al nivel habitual a un órgano o a un conjunto de órganos, la síntesis proteica aumenta al nivel de las estructuras cuya actividad es solicitada. Así en tres meses aumenta la masa muscular, el volumen cardiaco y el consumo máximo de oxígeno. Esta adaptación trae consigo una serie de modificaciones en el cuerpo tales como:

· Multiplicación de las estructuras funcionales en los órganos y tejidos llegando a un aumento de sus reservas funcionales.
·Perfeccionamiento de los mecanismos reguladores asegurando la coordinación de la actividad de los sistemas funcionales.

Debe existir un equilibrio y conocimiento de los diferentes tipos de cargas: los ejercicios de tipo aeróbicos desarrollan todos los elementos de la cadena de transporte de oxigeno y el trabajo de la fuerza desarrolla los músculos y mejora el perfeccionamiento de su sistema nervioso o endocrino.

En todo esto interfieren muchísimos factores, que hacen que la recuperación, las cargas y en si, la adaptación, sean diferente en cada persona: nuestro ambiente, nivel, características físicas, la genética, edad, ... De ahí la gran importancia de personalizar un plan de entrenamiento en base a todo esto y fijando un objetivo que sea posible de alcanzar.

De esta manera más "profunda", seguimos teniendo, con más conocimiento, la libertad de seguir o parar: esa delgada línea.

12 nov 2012

Aurículares Sport Philips SHQ1000/10

No tenía pensado pillarlos. A priori. Pero una vez visualizando que corriendo tienen más riesgo de deterioro, no quería acabar con la vida de los aurículares originales del iPhone en mis entrenos.

Así que, casí a la par que Fran lo cogía para él, yo agarré otro para mí. Suelo ser desde muy pequeñito un "destrozacascos": no se como nunca me duraban más de un año. Pues bien, o la edad o la buena calidad de este material rompió el mito. Me decanto más por la segunda opción, jeje.

Phillips parece haber hecho un buen trabajo.
Adaptados al deporte con un ajuste ligero estan fabricados con materiales resistentes al agua combinados con un agente antibacterias que ayuda a eliminar los gérmenes. Estos auriculares han sido diseñados para los entusiastas del deporte.

· Diseño ultraligero.
· Cable de 1,2 m de longitud ideal para utilizarlo en el exterior.
· Almohadillas de silicona ultra suaves que se adaptan cómodamente.
· Diseñado para un uso activo.
· Resistentes al sudor.
· Clip para cable.
· Sonido estéreo con potentes graves.

Vienen con una bolsita de tela parecida a la de las camisetas técnicas y dos almohadillas de silicona de diferentes tamaños para su mejor acople.

Por unos 20 €, si tienes la necesidad, no es una mala elección.


Valoración final en
 El Calidómetro