Primeramente agradecer a Ramem, y a Jose Luis la organización de todo. Lo hemos pasado genial.
A las 8:15 de la mañana nos encontrábamos ya después de aparcar en la C/ Río Rosas con Agustín de Betancourt, al lado de la línea de salida. A decir verdad hacía bastante menos frío que el año pasado.
Más que un equipo, más que amigos... |
Reunidos todo el "Ramem Team" comenzamos a calentar y rápidamente nos cambiamos y por mi parte, aplico un poco del Galius Gel, y me pongo el nuevo pero ya testado accesorios, los Cubrebrazos Kalenji a coger hueco en la "parrilla de salida". Se quedaban colocándose para recibirnos con sus ánimos y gritos, Auro y África, Vane (que me alegró mucho que viniera por primera vez), mi siempre presente Carol y mi primo, qué sufrió tanto como nosotros desde allí, recuperándose de la lesión que sufre, y al que quiero dedicar esta carrera. ¡Ánimo Minki, pronto estarás bien!
Schumy logró colarse en primera línea de salida y nosotros, Javi, Alberto, Jesús y yo a unos 10 metros de él. El resto del Ramem Team se había colocado más atrás.
Reinaba por entonces una constante confusión debida a los cambios de recorrido por parte de la Organización, que fue subsanada según transcurría la carrera gracias a la buena señalización colocada. Pistoletazo y nos lanzamos por el asfalto. Comienzo a tirar un poco de Jesús no sin pensar que luego me daría caña como en anteriores ocasiones. Por el camino me encuentro con Miguel de La Panda del Muro, y con Mario que me da buenos alientos para subir La Castellana, mientras me indica que el primer kilometro lo hemos hecho en 3:45. La subida por ese "falso llano" se hace larga aunque me costó menos que en otras ocasiones.
Voy visualizando el par de Torres Kio tratando de no pensar demasiado en ello, ya que significan la mitad de la carrera, el final del ascenso y el comienzo de la parte en cuanto a desnivel, más fácil de la carrera. Trato de tener pensamientos positivos, dejar que fluyan como siempre y que hagan una corriente de positivismo que afecte al resto del cuerpo: nosotros, la obra, la casa, mi Pensamiento Alegre... Todo ello hace diana de optimismo y me empuja hacia adelante. Antes de llegar a la mitad del recorrido, me percato que he adelantado bastante gente y sigo haciéndolo, prueba inequívoca de que no me he colocado mal en la salida. Al girar la glorieta antes de Plaza Castilla y enfilar La Castellana hacia abajo, todo se ve con otros ojos. Aumento un poquito el ritmo. Veo como el resto de la carrera sube por el lado izquierdo por donde hemos subido nosotros antes. Este tramo se me pasa pronto.
Enfilo la marca del Km 6 (la única que vi), aumento algo más el ritmo ganando un par de puestos y veo como los corredores de la carrera de 10 Km se marchan hacia la izquierda, "qué valientes", pienso. De nuevo omito coger líquido en el avituallamiento, ya que no tenía sentido, me quedaba menos de 1 kilómetro. Giro a la derecha para entrar en la penúltima curva buscando a mis amigos. Más adelante en la última curva me esperaban gritando. Les saludo mientras enciendo el botón de adrenalina y exploto a tope cogiendo tres puestos más.