5 feb 2015

Cross Trofeo Marathon 2015 (5.580 m)

Las manos iban practicamente heladas a pesar de llevar un par de guantes mientras conducía en la moto. Fran y Javí iban igual que yo. Nos costó encontrar el Parque de las Cruces donde se celebrara el trofeo Marathon y eso hizo que al dar más vuelta, llegáramos con la hora bastante pegada... Ya el año pasado Javi y yo lo habíamos corrido y con buenos resultados pero Fran se estrenaba. Frío y mucho frio. A falta de 15 minutos para la salida cuando recogemos los dorsales, nos desvestimos y calentamos... 5 minutos. Lo que da de sí el crono. Echaríamos en falta a Carol, ya no solo porque su presencia era sinónimo de motivación para mí sino porque nos quedaríamos sin sus maravillosas fotos también.


Concentración y tesón en cada recoveco del circuito.
"A ver que sale de todo esto", pienso mientras esperamos la salida ya colocados aunque no lo mejor que deberíamos y veo a Arturo en un lateral bien concentrado. ¡Pum! Salimos lanzados más de 200 corredores por el estrecho circuito de un cross que si bien no tenía unas subidas duras, los intensos giros de las curvas tratarían de desgastar nuestra templanza en carrera a prueba de todo.


Salgo bien "fresco" (la climatología ayudaría) y me siento rápido y ligero. Hemos salido un poco atrás y empiezo a recuperar posiciones. Me siento demasiado bien como para lo poco que hemos calentado, pero el cuerpo responde y me lanzo. Con cada nuevo adelantamiento me entra un pensamiento particular y es el de si no aguantaré mi ataque y el "adelantado" me la devolverá. Trato de disipar aquello en mi cabeza y seguir avanzando posiciones sin parar. Vuelta de circuito corto, de circuito largo e inicio de la última en el largo. Veo a Fran y a Javi no muy lejos y yendo muy bien. No me siento muy cansado y aguanto el ritmo autoimpuesto de unos 3:44 min/km: los giros de 180º no dejan llevar un ritmo de crucero estable y pone a prueba la potencia de tus piernas. Pero se aguanta. Y se anima a cada compañero porque aquello es una lucha a muerte contra uno mismo. A unos 500 mestros del final adelanto a un atleta del A.D. Marathon sin dejar d eanimarle y me sigue. Pasamos a otro más y meto la útlima marcha despegandome de ambos y con una sonrisa en la cara de oreja a oreja. Termino en 22º de la general y 11º de mi categoría bastante contento. Javi y Fran llegaría poco después haciendo grandes cronos también.
 
Cross con llegada efusiva como siempre.
Jorge Gonzalez (espero no equivocarme) se me presenta por allí como lector de este humilde blog, cosa que le agradezco allí y ahora, ¡un placer máquina! ¡Creo que quedaste 2º!
Fran, yo, Marcos y Javi.
Me encuentro con Marcos Jouron y familia por allí, esas cosas de las que más molan de correr. Nos vestimos rápidamente y... ¡carretera y manta! Nunca mejor dicho para el clima nada apacible y caluroso que hacía en Madrid. ¡Qué frío!
 
Mira Nike, te presento una bolsa del corredor
El cross tuvo una organización genial por parte de la A.D. Marathon y de Deporticket que pusieron corazón en todo aquello, ¡enhorabuena gente!. 3€ de inscripción y una bolsa del corredor más que generosa y que abrumaría a cualquier marca grande que organice una carrera por las calles de Madrid el último día del año.


Valoración final en
El Calidómetro

14 ene 2015

Carrera Pedestre Tres Cantos 2015 (5.000 m)

Ya en la linea de salida a punto para escuchar el bocinazo que indicaba la salida le dije a Fran que seguía con la mente "revuelta" desde la Vallecana. Y no sabía que iba a pasar.

Maestros de la motivación
El día comenzó frío. Apuntados desde el miercoles, Helen, Mario, Lau, Fran y yo ibamos por segunda vez a la Vuelta Pedestre de Tres Cantos, un "clásico" que a Mario le encanta y que a nosotros también. Una carrera bonita y bien organizada con entrada y salida en pista lo que la hace más emocionante aún. 15 y 5 km eran las modalidades optando de nuevo este año por la más corta.

¡Esto es lo que mola de las carreras!
Nos acompañaba un buen séquito de motivadores como Carol, mi padre y Karmen (no sabeís lo que se agradece). El día mejoraba por momento pero mi cabeza seguía igual. Calentamiento junto a Fran y Lau y nos vamos hacia la pista para comenzar el evento. Allí me acerqué a Carol, inconsciente de las buenas vibraciones que solo el hecho de tenerla allí me daban, y me recitó un clásico "conjuro familar de la felicidad". Álvaro Sanchez, se encontraba por allí. Un alegrón verle junto a nosotros: sabía que lo iba a partir. Me dice que irá pendiente de mí a lo que le digo que tire hacia delante y que le iré viendo desde detrás. Nuestro compañero de equipo del X Bionic Team Spain, David Gonzalez también estaba por allí, un fuera de serie vaya.

Con Fran, Jose y Mario: ¡grandes encuentros!
Ya en la linea de salida a punto para escuchar el bocinazo que indicaba la salida le dije a Fran que seguía con la mente "revuelta" desde la Vallecana. Y no sabía que iba a pasar. Y es que a pesar de que en la San Silvestre no hubo buenas sensaciones y apenas atisbo de felicidad como siempre, seguía entrenando y disfrutando de nuevo como siempre. Pero seguía faltando algo. Bocinazo y salímos lanzados. Suena en mi cabeza instintívamente la calida y paradisiaca "Crazy de Seal" mientras Fran por mi izquierda sale lanzado y afloja unos metros más adelante mientras Mario por mi derecha iba perfectamente calculado. Vuelta de 300 metros por la pista y tocamos tierra con la adrenalina bombeando por todo el cuerpo que trata de adaptarse al frenético ritmo. En mi particular burbuja, me olvido de todo, sin seguir a nadie, escuchando mi cuerpo y tratando de indagar de nuevo en esas sensaciones perdidas en carrera que a veces cuesta encontrar. Pero no. De nuevo, instantáneamente y una vez que empezamos con el asfalto mi sonrisa volvió a salir. ¡Sí, estabas ahí gamberra! El organísmo me cambia, un cosquilleo me recorre y Carol y mis jamelgos en mi mente de nuevo. Electricidad.

A la derecha Álvaro y a la izquierda David y yo entre ellos.
Pisada tras pisada, impacto tras impacto, respiro, sonrío, respiro, sonrío. Me siento genial. No se lo rápido o lo lento que voy y no quiero que me importe: he recuperado lo que me mueve. Veo la cabeza de carrera, auténticos máquinas tirando con fuerza entre los que veo a Álvaro: disfruto con solo verles. Pasado el kilometro 3 me gritan desde el público que voy en 5ª posición de la carrera de 5 km. No pensaba que fuera tan bien. Tratando de hacer caso omiso a los puestos y a los tiempos, sigo avanzando, tiro con la fuerza que me da el mero hecho de disfrutar y a veces se me pasa por la cabeza si no estoy hecho para competir cuando parece que no me gusta la sensación de sufrir. Aumento velocidad en el giro a la derecha cuando desvían ambas carreras y veo al 4º cerca de mí. Le adelanto y nos animamos mutuamente. El compañero que va delante está a unos 15 metros y yo "a mi bola" bajo la mirada, respiro, sonrío, respiro, sonrío y sigo disfrutando. Cuando la elevo a falta de unos 800 metros para acabar la carrera entramos en tierra y le tengo muy cerca. Instintivamente me lanzo. Me siento genial, ligero, rápido y unos metros antes de entrar en pista le adelanto mientras le animo: "¡Venga ánimo!".

Esta es la cara que necesitaba
Sin la consciencia de ir en 3ª posición voy lanzadísimo y más aún cuando veo a Karmen, a mi padre y sobre todo a Carol, cámara en mano, corriendo, animando y sacándonos fotos. Aprieto más sintiendo el viento atravesarme y con 200 metros hasta el final adelanto al 2º mientras le insto a seguir con fuerza tras los pasos de Álvaro que va el primero y siendo claro vencedor. Aprieto más aún en la curva para encarar 100 metros de final disfrutando como siempre y como antes, entrando con buen 17:29 en 2ª posición pero sobre todo y por encima de todo esto, con unas sensaciones y una alegría enorme por disfrutar de nuevo.

Fran llegaría 11º, Lau 2ª y Helen 3ª. Vaya, que subimos unos cuantos conocidos al podio.

El cajón siempre mola y más con compañeros que conoces
Genial organización, al igual que al año pasado, por parte de Laetus Sport y una bolsa del corredor bastante mejor que la San Silvestre Vallecana... 




9 ene 2015

San Silvestre Vallecana 2014 (10 Km)

No era el día.

Con mucha incertidumbre y expectación partía hacia el Bernabeu. Unos sentimientos que llevaban cocinándose un par de meses a los que se le habías sumado otros que no favorecían nada la competencia que se avecinaba. Pero la vida es así y es nuestra manera personal de enfrentarnos a cada situación y de manera inalterable la que nos define tal y como somos.

Así que allí en la puerta del Centro moda Shopping aguardaba junto a Javi, Laura y Fran la llegada de Gon. Y Gon no aparecía... Aunque podría decirse que si pero no para nuestros ojos. De alguna manera fortuíta nos cruzamos y no logramos vernos. Así que prestos a entrar al cajón de nuestro tiempo nos dirigimos hacia allí con la pena de no ir junto con Gon. Mi cabeza llevaba días tejiendo una gruesa tela que enmarañaba mis pensamientos y que ese día seguía de igual modo. Carol no podía correr por causas del destino (nada alegres además) y mi cabeza vaya si lo sabía. Aquel día, no era el día.

Allí en el cajón, junto a Carlos Barco y mis compañeros calentábamos mientras saludábamos a gente como Shinichi Sasaki entre otros. Bien colocados para la salida aguardábamos el pistoletazo. Concentrado al 100% Carol estaba en mi cabeza como siempre pero con preocupación esta vez, alejado un poco del positivismo del que hago gala. Con el circo de Nike siempre presente de manera física trato de abstraerme psicológicamente, pero algo no va bien. ¡Pum! Salida desenfrenada y trato de mantener la velocidad sin pasarme, subiendo Concha Espina poco a poco y al giro para Serrano donde se producen los primeros empujones que exacerbarían la comodidad de la carrera al principio. Veo a Carlos lejos y bien ligero. Desciendo por Serrano a un ritmo medio de 3:35 tratando de hacer volar pensamiento positivos y apretando los dientes en un intento (fallido) de sacar a relucir mi clásica adrenalina en estos entuertos. Atravieso La Puerta de Alcalá ligero y casi al instante soy preso de un flato que me agravaría más de lo que pensaba. 

Con Fran, Carlos javi y un "espontáneo" (¿CalzoncilloMan?)
La cantidad de gente aglomerada en cada tramo no consigue excitarme como otros años. No, no era el día. Pero lucho y aguanto. Aunque sepa que no todo es casi perfecto como otras veces.

Como si de una puñalada en el abdomen se tratara, aquel característico dolor del corredor me hace descender poniendo los pies en el suelo y "aflojando" el ya lento ritmo a nivel personal que ignoraba que llevara. Trato de respirar en una mueca de dolor tratando de salir de aquello, sabiendo que puedo y generando optimismo en mi interior. Atravieso Atocha y enfilo la Avenida Ciudad de Barcelona aguantando el dolor y tratando de que desaparezca como otras veces. ¡Lo logro! y trato de ir subiendo pulsaciones en esa tarde fría mientras sigo viendo a compañeros ir ganando posiciones al pasar a mi lado. Athos, Jara y Carol siguen en mi cabeza mandando energía positiva que pasaría por un filtro que no estaba en sus mejores condiciones. Al paso por Vallecas veo al crack de Quique y Arturo gritándo como campeones y entonces inicio el ascenso de la larga cuesta. Mentiría si dijera que no me arrancaron una sonrisa. Aguanto la "eterna cuesta". Subo y subo cuando entonces me animan a tope: "¡Vamos Juanqui!¡Vamos esta es la tuya!". Es Mario, todo un crack practicamente de la familia. Otro que logró hacerme sonreír cuando menos me apetecía a pesar de que no era el día.

Ascendiendo e inmortalizdo por Mario
Termina la cuesta y al giro a la derecha aprieto lo que puedo. No se como va el crono pero no debe ir tan mal a pesar de todo lo sucedido dentro y fuera de mi cabeza. Lolo Barreiro hace su aparición estelar rugiendo en Vallecas tratando de sacar mi propio rugido y corriendo a mi lado durante varios metros. Aquello me fascinó al igual que el año pasado. Y al igual que el año pasado, el Rock Runner de Luis Blanco vuelve a motivarme para llegar hasta meta.

En el tramo de cada año donde siempre espera la manada, vislumbro a Rose y a la mami de Gon junto a mi padre chillándome a tope y a pesar de que aprieto todo lo que puedo y acelero de satisfacción, algo falta y no puedo más que expresar con cierto estupor mis 37:24 con los que cruzo la meta. Así es. No era el día. Y por más que me empeñe en disfrutar fue difícil, por el flato por las circustancias y por todo a la vez. Me empeñé y no lo logré, mal acostumbrado por otros años en la misma fecha.

Veo a Carlos Barco que se marcado un sub 34 y aquello me anima a cambiar la cara mientras le felicito y espero a mis compañeros que no tardaron en llegar, Fran, Javi y Lau a pesar de que, siendo la carrera más especial para mi, no era el día.

Como bien dice Darío, "lo tengo" en las patas y estas cosas pasan pero algún día volverá a salir.

¡Feliz año para todos!

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Valoración final en
 El Calidómetro