De nuevo a la batalla. ¿Batalla contra el Sur? No. La batalla de siempre, la batalla interior, la batalla contra uno mismo. La batalla más importante.
Por la cabeza se me pasaba hacía ya tres años esta carrera en su 1ª edición, donde me marqué un estupendo 42:20... poco después de iniciar El regreso.
Llegando a Plaza Castilla con Héctor nuestro Mister y Fran, me encuentro con Darío, gran corredor bloggero que me cuenta una gran noticia justo cuando hablamos de los descansos anuales necesarios en todo esto.
Arriba, ya hay una gran expectación. Mucha gente deambulando y moviéndose nerviosa dentro de un caos organizado. Mucho calor, cercano a los 28º. Fran llegaba nervioso, había estado una semana de viaje, sin entrenar y tenía pocas confianzas en si mismo: le hablé de tal manera, con mi filosofía personal acerca de correr y creo que logré cambiar algo en su actitud.
Nos disponemos a calentar y a buscar a José en la gasolinera de Mateo Inurria. Damos varias vueltas por allí pero no aparece. Por allí me encuentro con el gran Arturo también. Queda poco tiempo así que nos dirigimos a pillar un buen sitio en el puesto de salida y a realizar allí estiramientos. El cajón del Norte nos esperaba. Allí, ya bien colocados, me saluda Pablo, corredor y seguidor de este humilde blog llamado Otra forma de correr (Desconozco que tiempo harías amigo, ¡pero seguro que uno muy bueno!). Hablamos sobre el cambio de recorrido, en dónde erróneamente me equivoco pensando que solo se había modificado el final de la carrera. Pablo me dice que no, que también hay que girar la primera a la derecha (¡y así fue!). La evidente alegría que me transmite Pablo al decirme que lee todo esto se hace patente en mi sonrisa, ¡gracias de nuevo compañero!. Schumy me silba y le veo colocado a unos metros de nosotros junto con José, ¡qué alegrón!
Ligera cuenta atrás y ¡pum! salimos lanzados. Fran ha cogido una buenísima capacidad en las salidas para adelantar y coger espacio para correr cómodamente. Soy yo el que le sigue una vez más aún saliendo Fran por detrás de mí, recordando aquella memorable Energizer Night Race donde ocurrió algo parecido.
Ubicados ya cómodamente, adelanto un poco a Fran, deseándole mentalmente esa confianza que le faltaba y sabiendo que lo va a hacer genial, lleva un año impresionante. Mi mirada se dirige al frente buscando a Schumy para tratar de saber si voy bien colocado o no. Pero hay mucha gente y no le veo, así que trato de confiar en mi y en las buenas sensaciones que me acompañan. No obstante empiezo a ver a Jose a mi derecha y al segundo giro me pongo a su lado y le doy un toque con la mano mientras le ánimo: -¡Vamos amigo, yendo contigo se que voy bien!
Instintivamente y como dos imanes nos ponemos juntos. Un par de minutos más tarde aparece Schumy, al que le hacemos gustosamente un hueco en el medio. Encaminándonos hacia Pio XII voy por delante de estos dos máquinas, algo que logra motivarme porque además me siento realmente cómodo. Al repecho de Pio XII, Schumy me adelanta y empieza a tirar, está en otro nivel. En décimas de segundo me viene a la cabeza una anotación de NACIDOS PARA CORRER (ya me dirás si la reconoces Jose) a la par que recuerdo a Jose, esperándome durante toda la Carrera del Agua y decido quedarme con él: -"Vamos Jose".
Codo con codo, desde ese momento seríamos uña y carne hasta el final. Ya desde entonces visualicé la entrada que haríamos juntos. Fue magnífico y una de las sensaciones más buenas que he tenido corriendo hasta ahora: cuando decaía él, animaba yo y cuando animaba él, era porque yo lo necesitaba. Pasamos el avituallamiento dando un trago rápido y echándonos el agua para refrescarnos cuando más adelante a la llegada a la Puerta de Alcalá. Vamos bastante rápido y de vez en cuando soltando alguna frase. -"Venga Juanqui, si vamos hablando significa que podemos ir más rápido", añade Jose lanzando aún más energía al combo que habíamos formado desde casi el inicio. Bajando hacia Cibeles José pide una sonrisa para La Diosa y se la damos. Vemos a Schumy subiendo y le gritamos. Algo parecido ocurriría cuando subíamos nosotros y Fran bajaba: los gritos y ánimos se harían a ambos lados de la carretera. Mi sonrisa aparece de vez en cuando alentándome y transmitiendo un positivísmo que parece mover mis piernas.
Alfonso XII se hace dura y rápida después de ese repecho. Carol y Athos retumban en mi cabeza, lanzándome ánimos. Se que Carol está cerca, y mi corazón no solo late para bombear la sangre a mis músculos: el deseo de verla, significa parte de mi energía, me empuja hacia adelante. Parece interminable la recta. Me llega por primera vez en la carrera un momento de flaqueza (¡bien, al menos lo aguanté hasta ahora!) y le digo a Jose que tire. Su contestación no pudo ser más rotunda: -"De eso nada, ¡tú te vienes conmigo!". Qué maravilla, la sabiduría de NACIDOS PARA CORRER que antes me vino a la cabeza se hace patente en ese mismo instante. Vamos lanzadísimos, creo que nunca había corrido tan rápido durante tanto tiempo.
El Ángel Caído, una vez más intenta golpearnos con fuerza, pero cada año somos más fuertes. Jose se me escapa unos metros en la subida. Aprieto, me ánimo, la meta está cerca y allí estará Carol. Antes de subir cojo a Jose y con una palmadita en la espalda me pongo a su lado a 30 metros de la llegada mientras le digo que hay que darlo todo. Esprintamos como dos bestias salvajes mientras miro a la derecha y luego a la izquierda en busca de Carol. No la veo, pero sé que está allí y en cada kilometro, como siempre.
El crono marca al paso de Jose y mío (bueno, Jose un pelín antes que yo) un espectacular tiempo de... ¡36:46! ¡MEJOR MARCA PERSONAL! La adrenalina y la euforia me chorrea por todos los poros de mi cuerpo. ¡Abrazazo nos pegamos!
Héctor, acaba quinto en los 32 minutos, Schumi en los 35 y poco. La sorpresa de nuevo nos la daría Fran, cuando Jose y yo le esperábamos y le veo entrar mientras el crono todavía no había marcado la cifra de 39... ¡38:46! Espectacular Fran, lo hiciste bien amigo, confiaste en tí tal y como te aconsejé. LauraRun se marcaría un más que estupendo crono por debajo de los 45 minutos.
Con el méeting de Madrid en mente, acabamos está mágnifica carrera en la que jamás pensabamos haber hecho estas marcas.
Por la cabeza se me pasaba hacía ya tres años esta carrera en su 1ª edición, donde me marqué un estupendo 42:20... poco después de iniciar El regreso.
Llegando a Plaza Castilla con Héctor nuestro Mister y Fran, me encuentro con Darío, gran corredor bloggero que me cuenta una gran noticia justo cuando hablamos de los descansos anuales necesarios en todo esto.
Arriba, ya hay una gran expectación. Mucha gente deambulando y moviéndose nerviosa dentro de un caos organizado. Mucho calor, cercano a los 28º. Fran llegaba nervioso, había estado una semana de viaje, sin entrenar y tenía pocas confianzas en si mismo: le hablé de tal manera, con mi filosofía personal acerca de correr y creo que logré cambiar algo en su actitud.
Nos disponemos a calentar y a buscar a José en la gasolinera de Mateo Inurria. Damos varias vueltas por allí pero no aparece. Por allí me encuentro con el gran Arturo también. Queda poco tiempo así que nos dirigimos a pillar un buen sitio en el puesto de salida y a realizar allí estiramientos. El cajón del Norte nos esperaba. Allí, ya bien colocados, me saluda Pablo, corredor y seguidor de este humilde blog llamado Otra forma de correr (Desconozco que tiempo harías amigo, ¡pero seguro que uno muy bueno!). Hablamos sobre el cambio de recorrido, en dónde erróneamente me equivoco pensando que solo se había modificado el final de la carrera. Pablo me dice que no, que también hay que girar la primera a la derecha (¡y así fue!). La evidente alegría que me transmite Pablo al decirme que lee todo esto se hace patente en mi sonrisa, ¡gracias de nuevo compañero!. Schumy me silba y le veo colocado a unos metros de nosotros junto con José, ¡qué alegrón!
Ligera cuenta atrás y ¡pum! salimos lanzados. Fran ha cogido una buenísima capacidad en las salidas para adelantar y coger espacio para correr cómodamente. Soy yo el que le sigue una vez más aún saliendo Fran por detrás de mí, recordando aquella memorable Energizer Night Race donde ocurrió algo parecido.
Ubicados ya cómodamente, adelanto un poco a Fran, deseándole mentalmente esa confianza que le faltaba y sabiendo que lo va a hacer genial, lleva un año impresionante. Mi mirada se dirige al frente buscando a Schumy para tratar de saber si voy bien colocado o no. Pero hay mucha gente y no le veo, así que trato de confiar en mi y en las buenas sensaciones que me acompañan. No obstante empiezo a ver a Jose a mi derecha y al segundo giro me pongo a su lado y le doy un toque con la mano mientras le ánimo: -¡Vamos amigo, yendo contigo se que voy bien!
Instintivamente y como dos imanes nos ponemos juntos. Un par de minutos más tarde aparece Schumy, al que le hacemos gustosamente un hueco en el medio. Encaminándonos hacia Pio XII voy por delante de estos dos máquinas, algo que logra motivarme porque además me siento realmente cómodo. Al repecho de Pio XII, Schumy me adelanta y empieza a tirar, está en otro nivel. En décimas de segundo me viene a la cabeza una anotación de NACIDOS PARA CORRER (ya me dirás si la reconoces Jose) a la par que recuerdo a Jose, esperándome durante toda la Carrera del Agua y decido quedarme con él: -"Vamos Jose".
Codo con codo, desde ese momento seríamos uña y carne hasta el final. Ya desde entonces visualicé la entrada que haríamos juntos. Fue magnífico y una de las sensaciones más buenas que he tenido corriendo hasta ahora: cuando decaía él, animaba yo y cuando animaba él, era porque yo lo necesitaba. Pasamos el avituallamiento dando un trago rápido y echándonos el agua para refrescarnos cuando más adelante a la llegada a la Puerta de Alcalá. Vamos bastante rápido y de vez en cuando soltando alguna frase. -"Venga Juanqui, si vamos hablando significa que podemos ir más rápido", añade Jose lanzando aún más energía al combo que habíamos formado desde casi el inicio. Bajando hacia Cibeles José pide una sonrisa para La Diosa y se la damos. Vemos a Schumy subiendo y le gritamos. Algo parecido ocurriría cuando subíamos nosotros y Fran bajaba: los gritos y ánimos se harían a ambos lados de la carretera. Mi sonrisa aparece de vez en cuando alentándome y transmitiendo un positivísmo que parece mover mis piernas.
Alfonso XII se hace dura y rápida después de ese repecho. Carol y Athos retumban en mi cabeza, lanzándome ánimos. Se que Carol está cerca, y mi corazón no solo late para bombear la sangre a mis músculos: el deseo de verla, significa parte de mi energía, me empuja hacia adelante. Parece interminable la recta. Me llega por primera vez en la carrera un momento de flaqueza (¡bien, al menos lo aguanté hasta ahora!) y le digo a Jose que tire. Su contestación no pudo ser más rotunda: -"De eso nada, ¡tú te vienes conmigo!". Qué maravilla, la sabiduría de NACIDOS PARA CORRER que antes me vino a la cabeza se hace patente en ese mismo instante. Vamos lanzadísimos, creo que nunca había corrido tan rápido durante tanto tiempo.
El Ángel Caído, una vez más intenta golpearnos con fuerza, pero cada año somos más fuertes. Jose se me escapa unos metros en la subida. Aprieto, me ánimo, la meta está cerca y allí estará Carol. Antes de subir cojo a Jose y con una palmadita en la espalda me pongo a su lado a 30 metros de la llegada mientras le digo que hay que darlo todo. Esprintamos como dos bestias salvajes mientras miro a la derecha y luego a la izquierda en busca de Carol. No la veo, pero sé que está allí y en cada kilometro, como siempre.
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| Mejor Marca Personal en mi sonrisa |
El crono marca al paso de Jose y mío (bueno, Jose un pelín antes que yo) un espectacular tiempo de... ¡36:46! ¡MEJOR MARCA PERSONAL! La adrenalina y la euforia me chorrea por todos los poros de mi cuerpo. ¡Abrazazo nos pegamos!
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| Gracias por el apoyo Cu · Equipazo con Marcazas |
Héctor, acaba quinto en los 32 minutos, Schumi en los 35 y poco. La sorpresa de nuevo nos la daría Fran, cuando Jose y yo le esperábamos y le veo entrar mientras el crono todavía no había marcado la cifra de 39... ¡38:46! Espectacular Fran, lo hiciste bien amigo, confiaste en tí tal y como te aconsejé. LauraRun se marcaría un más que estupendo crono por debajo de los 45 minutos.
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| "A estas alturas sabes lo que representas para mí: esta marca es el resultado de muchas cosas entre los dos, GRACIAS". |
Con el méeting de Madrid en mente, acabamos está mágnifica carrera en la que jamás pensabamos haber hecho estas marcas.
Valoración final en
El Calidómetro
