En la San Silvestre del 2017, en un esfuerzo marketiniano que le salió de lujo, Nike metió en el podio de la carrera a tres corredores con el mismo modelo de zapatilla: Nike ZoomX Vaporfly 4%. Estas zapatillas empezaban su prodigiosa andadura real en ventas ya que, venían de meses anteriores, del llamado "Breaking2" en donde un 6 de mayo de 2017, Eliud Kipchoge, Lelisa Desisa y Zersenay Tadese intentaron cruzar la línea de meta bajando de las dos horas en 42.195 m. Fue en Monza (Italia), donde Eliud se convirtió en el corredor de maratón más rápido de la historia, con una marca de 2 horas y 25 segundos. Se midió todo hasta el milímetro para conseguir la hazaña y aún así no salió. Pero las ventas si. Y es que en esta zapatilla se produjo un trabajo de estudio e innovación de grandes proporciones.
Eliud y compañía en el Breaking2
Y todo esto nos lleva a la versión "barata" de ese modelo en el que hablaba en líneas anteriores. Dicha versión era más barata, en un movimiento de la marca por acercar esas innovaciones al resto de corredores amateurs, pero sin duda no resultaba una zapatilla asequible a cualquier bolsillo. El caso es que pasados unos meses empezaban a mostrarse ofertas asequibles y yo quise hacerme con un par (concretamente en Bikila y bien asesorado por Javier López Villarubia) para experimentar un poco todo aquello y lo bien que hablaban de ella: Nike Zoom Fly. Simplemente la forma ya desencaja al principio: talón muy elevado (para ser rápidas), un aspecto agresivo y un diseño más bien minimalista (no me refiero a zapas minimalistas). Nada más calzártelas, la sensación es diferente a cualquier otra zapatilla. La inercia hacia delante se muestra incluso en parado. Con unas zancadas de prueba en la tienda me las llevé y en el primer rodaje pude constatar que era un auténtico disfrute correr con ellas. No había tenido unas sensaciones tan molonas con ninguna otra zapatilla y es un verdadero disfrute correr con ellas. Hay cierto impulso y rebote al correr con ellas, sobre todo en ritmos rápidos. En ritmos lentos la buena amortiguación que tiene produce una sensación de comodidad. Son muy cómodas, ofrecen buen agarre a la tracción en asfalto (ojo con la tierra, por que no es su elemento) y en concreto este modelo envuelve y sujeta muy bien el pie. Para no llevar ninguna cápsula de Zoom tienen una amortiguación buenísima y a pesar de ello una respuesta buenísima en cada zancada ¿Qué las hace tan especiales?
Empezando por el upper, el tejido Flymesh aporta una buena transpiración, bastante resistencia al desgaste y sujetando muy bien todo el pie. Los cables Flywire ayudan en la sujeción de los cordones. Justamente debajo tendríamos la tan famosa placa de carbono, que en el caso de las Zoom Fly es de Nylon con carbono inyectado. Ha habido mucha polémica al respecto, sobre si esto es una ayuda extra o no. Y más bien tras muchos estudios vendríamos a confirmar que no todo es la placa en sí, sino la combinación con la ligera espuma que incorpora que viene a ser de Lunarlon, exclusiva de la marca, obteniendo una pisada reactiva y suave.
La suela tiene un diseño de piezas pentagonales con ciertas partes clave reforzadas (en color negro en este modelo) para aumentar la respuesta al desgaste. Peso 246 g y Drop 10 mm.
Como decía anteriormente ha habido polémica cuando se anunció que llevaban una placa de carbono. El artículo 143 de la IAAF dice: "Toda zapatilla debe estar disponible a cualquiera en favor del espíritu de universalidad del atletismo. No deben estar fabricadas ofreciendo una asistencia o ventaja desleal a los atletas."
Lo curioso es que si se investiga un poco, hace unos 20 años que ya se experimentó con dichas placas. ¡20 años! La marca alemana ya había creado las Adidas Gazelle Pro-Plate y las Fila Racer de igual modo incorporaban esta ayuda y nadie se llevó las manos a la cabeza y tampoco supuso una revolución. De algún modo dejaron de fabricarse y cayó en el olvido hasta que la marca americana la ha incorporada de manera tan satisfactoria. ¿Es la placa o la espuma la que hace tan especial a estas zapatillas? Es posible que sea la combinación de ambas, sumado a la especial morfología que tiene la zapatilla. De lo que no cabe la menor duda, al menos a titulo personal es que cada vez que me las pongo para correr, se avecina una carrera en la que disfruto mucho. Recomendadísimas si te gusta meterle caña a los ritmos.