“No corras, gana peso, descansa”.
Sería tu última elección en un concurso el decidir que esta frase la ha hecho un corredor. ¿O no?
Como siempre digo, en el equilibrio esta la clave y como no, la fuerza. Hay que desestabilizar un poco la balanza después de un año entero dándole caña al motor. Sin embargo esta frase es de uno de los corredores que más admiro y me gustan: Scott Jurek. Este personaje cuya mayor fama se ha impulsado gracias al libro Nacidos para correr es un ultramaratoniano con un curriculum tremendo.
Hace ya tiempo que con este frase publicó un artículo en la "Competitor Magazine", en la que comentaba a su juicio las necesidad de tomarse muy en serio un descanso anual. Él lo llama hibernación a lo que yo llamaba "La recarga de la batería" pero viene a ser lo mismo. Igualmente habla de innumerables beneficios físicos y mentales que hacen que la motivación crezca más y por completo, lista para una nueva temporada de carreras. Habla de mes y mes y medio de parón, es decir nada de correr. Particularmente con un mes completo me parece suficiente, si bien mes y medio no creo que haga nada malo si no acrecentar las ganas por calzarse unas zapatillas. Incluso habla de que los keniatas se toman un descanso al final de la temporada. Muchos de ellos no corren ni un solo paso por espacio de dos meses.
Este momento de descanso es ideal para darse caprichos culinarios altamente calóricos y disfrutar de los amigos y familia que podamos descuidar con algun entreno.
La próxima vez que tengas la tentación de alargar tu temporada de carreras y pasar 12 meses entre entrenamientos y competiciones, recuerda que el descanso puede convertirte en un mejor corredor”.
Según Scott sus cinco mandamientos de la hibernación entre temporadas son estos:
1. Tómate un descanso al final de cada temporada
2. Corre lo menos posible durante estas semanas
3. Come bien y no temas coger algo de peso
4. Pasa tiempo con la familia y los amigos
5. Descansa de cuatro a ocho semanas o hasta que estés recargado por completo.
Haciendo bastante caso a este atleta, vuelvo de las vacaciones habiendo descansado como siempre o más, disfrutando gastronómicamente y pillando algún kilito, estando con la familia y amigos y teniendo a día de hoy la batería física y psíquica con ganas de mucho.
¿Tú descansas cada año?
Sería tu última elección en un concurso el decidir que esta frase la ha hecho un corredor. ¿O no?
Como siempre digo, en el equilibrio esta la clave y como no, la fuerza. Hay que desestabilizar un poco la balanza después de un año entero dándole caña al motor. Sin embargo esta frase es de uno de los corredores que más admiro y me gustan: Scott Jurek. Este personaje cuya mayor fama se ha impulsado gracias al libro Nacidos para correr es un ultramaratoniano con un curriculum tremendo.
Hace ya tiempo que con este frase publicó un artículo en la "Competitor Magazine", en la que comentaba a su juicio las necesidad de tomarse muy en serio un descanso anual. Él lo llama hibernación a lo que yo llamaba "La recarga de la batería" pero viene a ser lo mismo. Igualmente habla de innumerables beneficios físicos y mentales que hacen que la motivación crezca más y por completo, lista para una nueva temporada de carreras. Habla de mes y mes y medio de parón, es decir nada de correr. Particularmente con un mes completo me parece suficiente, si bien mes y medio no creo que haga nada malo si no acrecentar las ganas por calzarse unas zapatillas. Incluso habla de que los keniatas se toman un descanso al final de la temporada. Muchos de ellos no corren ni un solo paso por espacio de dos meses.
Este momento de descanso es ideal para darse caprichos culinarios altamente calóricos y disfrutar de los amigos y familia que podamos descuidar con algun entreno.
La próxima vez que tengas la tentación de alargar tu temporada de carreras y pasar 12 meses entre entrenamientos y competiciones, recuerda que el descanso puede convertirte en un mejor corredor”.
Según Scott sus cinco mandamientos de la hibernación entre temporadas son estos:
1. Tómate un descanso al final de cada temporada
2. Corre lo menos posible durante estas semanas
3. Come bien y no temas coger algo de peso
4. Pasa tiempo con la familia y los amigos
5. Descansa de cuatro a ocho semanas o hasta que estés recargado por completo.
Haciendo bastante caso a este atleta, vuelvo de las vacaciones habiendo descansado como siempre o más, disfrutando gastronómicamente y pillando algún kilito, estando con la familia y amigos y teniendo a día de hoy la batería física y psíquica con ganas de mucho.
¿Tú descansas cada año?