7 jun 2010

Correr en verano

Llegada la época de calor y después del verano pasado, en el cual experimenté los beneficios de correr en una estación en la que puede resultar incómodo, se hace necesario "nutrirse" de esas ventajas que nos brinda el verano y nos empujan a salir cuando a veces no nos apetece.

El calor no debiera de ser un impedimento, sino el momento idóneo para darle la vuelta a la tortilla: cuando paremos no hay peligro de enfriarse, los músculos aguantaran más tiempo hasta que podamos estirarlos y recibiremos un tratamiento exclusivo de vitamina D que contribuirá a fortalecer nuestros huesos. El problema del sudor en cuanto a la deshidratación hemos de cuidarlo bebiendo lo suficiente, y con más frecuencia. Este aspecto se vuelve aún más importante de lo que lo es en esta época del año. Como siempre: antes, durante y después. Tenemos fuentes repartidas por cualquier ciudad que evitaran que carguemos con una botella. Planear una ruta específica para el verano acorde con alguna fuente en el camino puede ser una buena opción.


Marcarse una ruta alrededor de la zona de veraneo si hemos viajado, o mantener la que hacemos normalmente si seguimos en el mismo sitio que el resto del año de la manera más natural posible, cuidando estos aspectos que estamos mencionando. El golpe de calor por deshidratación puede causarnos mareos y una mala gestión interna de nuestra energía, debilitándonos y causándonos una sensación de pesadez y cansancio progresiva que nos impedirá seguir corriendo.

El tramo final del entrenamiento podemos realizarlo en la misma playa si tenemos la suerte de contar con una. Un gran ejercicio de propiocepción sería caminar por la arena y podemos correr por ella sin abusar en exceso. En este momento hemos de vigilar bastante por donde pisamos y no descuidar la concentración; a la vez que estamos fortaleciendo los tobillos, podemos descuidarnos y lesionarnos en una mala pisada. Hecho esto de buena manera contribuiremos a fortalecer tobillos, trabajando la propiocepción y realizando un entrenamiento con una intensidad muy alta que subirá bastante nuestras pulsaciones. Correr descalzo no es contraproducente mientras no se abuse: todo con equilibrio es mejor. Esta bien para conocer nuestro cuerpo, ver su comportamiento y sentir sensaciones nuevas, pero todo con cuidado: el invento de las zapatillas no resulta una mera casualidad. Preparadas para amortiguar y estabilizar el pie, evitan más lesiones de las que podemos imaginar.


Correr descalzo, como todo en la vida: sin abusar

A la hora de correr por la orilla no debemos excedernos ya que hemos de contar con la inclinación de la misma que no resulta muy conveniente si se abusa demasiado. Al contrario que en la arena, por la orilla lograremos alcanzar más velocidad. Vigilaremos no obstante pequeñas piedras o conchas que puedan lastimar la planta del pie, que aparte estará ligeramente reblandecida por el agua.


Para finalizar, y ya que terminaremos relajándonos dentro del mar (yo por lo menos), si es posible, nos meteremos gradualmente, para adaptar poco a poco al cuerpo a la temperatura. Con el agua hasta la cintura o por debajo de ella, el trabajo será ideal para potenciar los cuadriceps al tener que luchar contra la resistencia acuática para levantar las piernas y avanzar.

No nos olvidemos del relax y disfrute de quedarnos relajados al final dentro del agua: trabajo hecho y recompensa nunca mejor merecida.

Por cierto: ¡aplicaros un poco de crema protectora para el sol!

2 jun 2010

Asics Nimbus 10

Cuando me compré estas zapatillas allá por diciembre de 2008, sentí que había comprado un gran aliado.

Recomendado por un compañero del trabajo que me había hablado bien de la marca oriental, mi pasado como corredor solo conocía un par de modelos de Adidas y el resto de Reebok, mi marca favorita. Después de haber desechado varios modelos, me ofrecieron las Asics Nimbus 10 como una opción casi obligatoria debido al peso que tenía por entonces: 83 Kg. Con ese peso se hacía necesario una zapatilla más que robusta y con muy buena amortiguación. Pesan un 345 g, lo cual no la convierten en una zapatilla especialmente ligera, pero es un detalle que pasa bastante desapercibido por su otras mejoras. Ideales para corredores neutros y con ligera tendencia supinadora.



Asics Nimbus 10: un buen modelo para regresar


No puedo decir que me parecieran baratas, desde luego. Pero merecen la pena. Las Asics Nimbus resultan tener una buena estabilidad y desde luego una amortiguación excelente que no había experimentado nunca antes. La durabilidad de este par se hace alarga bastante. No paro de oír a gente que deshecha las zapatillas con apenas 12 meses de uso. Esta claro que todo depende de la caña que se le de al par, pero deshacerse con menos de un año me parece tirar el dinero, y más con lo que cuestan. Mi valoración, estimando 10 km diarios de uso: después de año y medio sigo corriendo con ellas. Si es verdad que después de este tiempo empiezo a notar la pérdida de amortiguación de las mismas así como las consiguientes roturas de la tela por el interior del talón y en las punteras. Va siendo hora de pasarlas a otro nível, ya me han dado lo mejor de ellas.

No obstante y como después de todo este tiempo ya han sacado el siguiente modelo, las Nimbus 11, espero sirva esta valoración para poder optar a los siguientes modelos que sacan, en teoría mejorados, o a estas mismas rebajadas en puntos de outlet.

Valoración final en
El Calidómetro

31 may 2010

3ª Carrera Liberty Seguros

Por fin llego el 30 de mayo, fecha esperada, cumpliéndose así un año de mi primera carrera en 10 años de inactividad. A las 8:30 de la mañana ya nos encontrábamos paseando por Goya en dirección a la zona de los chips. Tuve la gran suerte de estar acompañado por casi toda mi familia: aquello es un aliciente y un apoyo moral que surte una influencia psicológica en mi, de manera casi sobrenatural.

Con el tiempo suficiente para calentar y estirar, me coloqué a 20 metros de la salida bastante mejor de lo que pensaba que saldría. Hacía ya un calor bastante notable, y preferí correr con la camiseta de tirantes a correr con la de la carrera. Mi capacidad de transpiración supera cotas altas y con esa manga corta hubiera terminado casi axfisiado. Nada más dar la salida, casi a las 9 h en punto, conecto mi Nike+ y veo que no sincroniza con el sensor cuando me percato al pasar al lado de mi familia de que no lo había metido en la zapatilla: novatada. Enfilado hacia Cibeles por la calle Alcalá, me dejo llevar a un ritmo bastante cómodo, casí por debajo de 4 minutos. Encarada la ya clásica Castellana, esta vez no se hizo tan dura como otras veces. El esperado avituallamiento esta vez resulto más complicado que otras veces, y es que, cuando llegas con "poco riego" en la cabeza, parece que todos los corredores cometémos el mismo error: ir a por la primera botellita que ves. Esto no hace más que causar el embotellamiento de todos, aunque apenas me paré para cojerla, todo sobre la marcha. Una cosa a mejorar sería evitar los vasitos de bebida isotónica, no por el contenido que es fabuloso, sino porque a la hora de beberlo se hace imposible a menos que te pares completamente.

Concha Espina también resulto menos empinada que otras veces. En ese momento de confianza, pierdo algo de concentración y mi respiración flaquea ligeramente. Lo justo como para pasar el Km 7 con los primeros síntomas de flato. Aunque la llegada es casi en cuesta, salvo los últimos metros, sé que lo más duro ha quedado atrás. Trato de pasar ese flato para poder encarar los últimos metros de la mejor manera posible y tratar de explosionar al final con un buen sprint que me permita ganar unos segundos y hacer chorrear toda la adrenalina que lleva acumulándose durante toda la carrera. Es practicamente un ritual para mí, así llegue cansado, parece que mi cuerpo necesita de ese empujón final: lo disfruto como un niño.
Superado casi el flato, ultimo la cuesta de Principe de Vergara, para empezar a subir Goya, (gracias por los ánimos Mario, eres muy grande) subiendo el ritmo un poquito. Y a falta de 300 metros, no logro aguantar más, los ánimos de la gente me superan y las ganas de ver a los míos hace que suba el ritmo aún más.

Cuando el cuerpo dice, "es momento de darlo todo"

Practicamente al verles comienzo a esprintar como un loco. Esto es casi lo que más me gusta de la carrera, me cuesta describir las sensaciones agradables que recorren el cuerpo. Segundos antes de pasar por el arco de meta se dibujan en mi cabeza las imágenes de la 2ª Carrera Liberty del año pasado, una vez más lo he vuelto hacer. La mejora de la marca ha sido más que considerable: de 48 minutos el año pasado a 41:42.



Ruta para correr 468592 - powered by Runmap

Valoración final en
El Calidómetro

25 may 2010

Ruta Panda del Muro

Esta ruta resulta sin lugar a dudas una buena prueba de esfuerzo, con desniveles varios y sobre todo y muy importante, un 70% sobre tierra. Cabe destacar la subida a la pirámide dentro del Juan Carlos I, solo apto para gente en forma.




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21 may 2010

El Regreso

Quiero contar una historia, si realmente te apetece leerla. Una historia con fechas. La historia de un regreso. No es que tuviera otro blog antes. Simple y llanamente lo desmenuzare en tres palabras: volví a correr.

Corría el año 95, repetí curso en la EGB y la verdad es que ese año me sentía algo perdido, aunque creo que a la edad de 13 años ese puede ser un estado muy común entre la gente. Ese año comencé por primera vez a interesarme de forma totalmente inconsciente por el mundo del atletismo. En resumidas cuentas, pase un periodo de tiempo muy breve pero satisfactorio.
Recuerdo mis entrenos a la vuelta del colegio, a las 17:30 de la tarde en las instalaciones del colegio de Los Paules, en Hortaleza. Bajo la atenta mirada de Eloy Martín, un hombre al que siempre admiraré y del que aprendí mucho, unos 40 ò 50 chavales entrenábamos cada día de lunes a viernes. Aquella "rutina" se convirtió en una costumbre que no hizo más que reportarme beneficios, tanto psicológicos como físicos. La verdad es que la vida da muchas vueltas, y este tópico sorprende más de una vez, cuanto menos caso quieres hacerle. Tras unos años de intenso atletismo, carreras, amistades, venturas y desventuras, llegaron esos 10 años de parón discontinuo que antes mencionaba. Colgué las zapatillas, y aquellos entrenos se vieron diezmados por alguna que otra salida entre semana, bastante escasa, que me ayudaba a concentrarme mejor en los estudios y otros menesteres. Nunca perdí el placer de correr. Más bien decidí dejarlo en dosis diminutas, disfrutando de otros placeres de la vida, como la música. Y no me arrepiento. Soy muy dado a hacer lo que realmente me apetece (dentro de las responsabilidades), y si algo en un momento concreto deja de atraerte tanto como lo hacía antes, has de plantearte la situación. Ese par de zapatillas fruncieron media sonrisa, alegrando a un par de baquetas que darían lugar a otro par y así a infinidad de ellas. Baquetas para 10 años. Otro gran disfrute y otra gran ilusión. "Tiempo perdido", decía mi madre, pero se que esos años también los recordaré con afecto e ilusión.

Pero, tratando de no enrollarme demasiado, el destino quiso devolverle una mueca de alegría a esas antiguas zapatillas. Tras esos 10 años de parón, los cordones volvieron a apretarse y yo volví a correr. No sabría decir cual fue el motivo que me impulso a tomar esa decisión, pero si sé, que fue muy fuerte. Gran culpa de esto en parte, la tiene La Panda del Muro, un grupo de amigos que se reunen por la tardes para compartir alegrías y penas mientras corren. Me uní a ellos allá por Marzo de 2009, y en ese año en la edición de la Maratón de Madrid, recuerdo cuando acompañé de manera inesperada a mi tío durante 200 metros hasta el retiro, con una ilusión y un fuego calcados a los que me trajeron esos años pasados de running. El calor interior cada vez se iba haciendo más intenso.

El 31 de mayo de 2009, tras tres meses ininterrumpidos de entrenamiento decidí volver a correr una carrera. La 2º Edición de la carrera Liberty Seguros se me antojaba cercana y atractiva y decidí correrla. Creo que ese día confirmé totalmente mi decisión de recuperar esa antigua "rutina", y retenerla junto a mi el mayor tiempo posible. Recuerdo a la gente animando de nuevo, el griterío de los demás atletas, el nerviosísmo en la salida, el pistoletazo... y esa llegada. Ese calor, que finalmente explotaba en los últimos metros, el carbón avivando el fuego de la locomotora, y esa cara conocida al final, que ha dado un giro muy importante y ha significado también, un gran cambio en estas situaciones. Mi Pensamiento Alegre.

En ese año transcurrido hasta ahora, he hecho nuevas amistades, y he recuperado otras muy importantes para mi. Me he planteado nuevos retos (39:53), y he podido cumplirlos. He ganado el suficiente tiempo como para poder disfrutar del placer de correr. Tengo claro cuales son mis metas para esto: disfrutar y tratar de competir con mi único rival, yo mismo.

En todas esta páginas trataré de recopilar todo lo aprendido y por aprender, con el único fin de echar un cable a la gente iniciada en el running, ya que considero que lo más importante es saber que nunca se sabe lo suficiente.

Gracias por dedicar unos minutos a esto.

Bienvenido a Otra forma de correr.