21 ene 2013

Cross Navidad Coslada - Memorial Jose y Goshi (5 Km)

Amaneció mal y anocheció mal. Pero hubo un instante en la mañana en la que lució el sol. Y no fue solo en nuestra cara. A eso de las 10 ya estábamos por Coslada, Vane, Carol y yo recogiendo los dorsales para Jose y para mí. Jose llegaría instantes después y comenzaríamos a calentar.

Sinceremante llevaba unas semanas un tanto extrañas. Es difícil plantearse un nuevo reto y una nueva motivación cuando has destrozado tu crono tan recientemente, has puesto tanto coco en ello y tanto esfuerzo físico. Así que me hallaba en un terreno un tanto desconocido en busca de "algo que buscar". Los últimos entrenos no habían sido duros y habían costado. Una ligera afección de garganta complicaba un estado de forma ideal. Así que dejámos aquello en manos de la supercompensación de los entrenos de diciembre.


¡Qué haríamos sin vuestra ayuda y apoyo!
El cross de Coslada se planteaba como una nueva toma de contacto gracias a Jose, que me había advertido de él, y encima gratuito. El retraso de 10 minutos nos sorprendió pero nos dejó tiempo para afianzar más a la temperatura correcta para el motor. En linea de salida estábamos los dos atentos a la salida. ¿Cómo saldría aquello?

El previo lleno de incertidumbre
Sin tiempo para pensar, ¡pum! nos lanzamos al terreno de batalla, Jose por delante de mí. ¡Vamos! Cogemos un ritmo bastante bueno y nos situamos entre los primeros 15 puestos. Jose me hace indicaciones de que tire y le hago caso: me veo bien, ya veremos más adelante. La primera bajada ayuda bastante a la velocidad, todos vamos lanzados, pero lo que venía más adelante, "filtraría" de alguna manera a los más valientes: un buen repecho le frenaba los humos a más de uno. El grupo de cabeza está a unos 15 metros por delante y en fila india tiran por el lado izquierdo. Vuelvo a buscar esa extraña "soledad" por la derecha, buscando cierta calma que me ayude a tirar. La cuesta se hace dura, y tras salvarla descubro que hay otra, aunque más pequeña. Salvado el primer tramo duro nos encaminamos hacia el paso de la primera vuelta de un circuito que casi marcaba los 2,5 km exactos. Me siento ligero, adelanto un corredor animándole. Korima.
Siguiendo la estela del gran Jose
Al paso por la linea de salida, prueba inequívoca del ecuador de la distancia, Carol y Vane se desgañitan en animarme, ¡GRACIAS CHICAS! Aquello me eleva y tiro para adelante adelantándo a otro corredor al que animo, ¡vamos! Aquello le motiva y me sigue de cerca. Miro hacia atrás en busca de Jose para lanzarle energía en forma de voz. Pero no le veo. "¡Se ha roto el grupo tío!", me dice el compañero. No importa, yo solo buscaba a Jose para darle apoyo. Sigo hacia adelante, me siento genial, me veo potente, aquello no es el reflejo de esos entrenos, ¡voy genial! El destino me hace pasar al lado de un galguito que no hace más que evocar en mi cabeza a Athos y Jara animándome mientras me voy alejando más y más del compi. De nuevo la cuesta. Esa vez parece más empinada, pero sigue siendo la misma. El tema que llevaba en el "reproductor" durante la Vallecana, Rise, aparece para lanzar un poco de inspiración al asunto. En la cabeza se dibuja la idea de que me pasarán en la cuesta, voy rápido pero no es nada fácil. Hay veces que mola equivocarse ;) .

Sigo solo y me voy alejándo más aún de un perseguidor. El grupo de cabeza me saca unos 40 metros: ambición, estáte tranquila, hay que saber donde debemos estar.

Cuando la felicidad en estado puro, pugna por salir
La meta está cerca y la sola idea de ver a Carol (y a Vane por supuesto) me hace avanzar más. Veo el desvío y aprieto mientras me dicen que voy el 11º de la prueba, ya no queda nada. Quiero esprintar. En mi cabeza solo pienso ya en ello, "¿por qué esprinto?", me pregunto. No es por adelantar ni ganar posiciones, aquello va más allá de todo ello, la competitividad se desdibuja dando paso a un plano muchísimo más transcendental. Y entonces a falta de 200 metros cambio y exploto: felicidad en forma de electricidad recorre cada poro de mi piel mientras veo a Carol y a Vane, marcando un tiempo de 17:52 en la 15ª posición de la general, 7º de mi categoría.

Compañeros dentro y fuera del campo de batalla
Salgo pitando en busca de Jose, no he podido verle durante la carrera y tengo esa necesidad: el crack apenas me deja tiempo, a falta de 50 metros le veo y me pongo a su lado aréngandole "¡Vamos Jose, vamos máquina!". Jose es un magnífico esprinter, nadie le hace sombra al entrar por meta.
Jose al esprint, sin rival

Magnífica la organización que puso todo su empeño en que aquel evento saliera bien, por que salió estupendamente.
Equipo para la vida
Aprovecho para darle la enhorabuena a Rose y Gon, a los que tratamos de ayudar como pudimos en el traslado a su nuevo hogar: FELICIDADES CHICOS, FELICIDADES PELUDOS.






Ruta para correr 1957148 - powered by Runmap 


Valoración final en
El Calidómetro




14 ene 2013

Traje de triatlón compresivo Under Armour T2

Bastante antes de empezar mi primer duatlon y único hasta la fecha, me había imaginado con el traje de una sola pieza para dicha modalidad. Era el que quería. Y casi cuando iba encaminado a pillarmelo, Marypaz y Vane (mi bendita suegri y mi genial cuñada) me lo regalaron por mi cumple. REGALAZO en mayúsculas. Muchas gracias de nuevo.

El Under Armour Men's T2 Triathlon Compression Suit reunía todo lo que necesitaba para una competición de duatlón o simplemente para el hecho de correr o montar en bici, y encima con unos colores muy parecidos a la camiseta de La Panda del Muro.
 

Lisa
· Tela ultrafina Heatgear, como una "segunda piel".
· Compresión que estimula los músculos.

Ligera
· Procedimiento de secado rápido con Polartec de 150 gr.
· Se siente liviana, no la daña el cloro.

Rápida
· Sistema de transporte de humedad Under Armour

· Inserciones de malla para ventilación· Se estira de 4 formas para movilidad total.
· Cremallera oculta para mayor comodidad.

Es supercómodo, tanto en bici como corriendo. Una marca que jamás había probado pero de la cual siempre me habían hablado lindeces, entre otros Mario de la farma. La guinda del pastel es que hace poquito que Fran "Jaguar" se hizo con él gracias al superregalazo de Laura, así que "haremos equipo". Lástima que Javi, nuestro "Potro", sea más de dos piezas...

Gracias aparte por "ciertos trámites" a Rose, que ayudó a conseguirlo, a Javi "Potro" Corredera que asesoró a Vane acerca del modelo y a Carol por el "chivatazo", jeje.


Valoración final en
 El Calidómetro

2 ene 2013

San Silvestre Vallecana 2012 (10 Km)

"Poco a poco empiezo a mirarte", decía a principios de noviembre
"Te tengo en la cabeza", a finales de ese mes
"Te miro ya de cerca", hace tan solo unos 15 días

Es la carrera más especial para mí. También dije que estaba listo (¿realmente lo estaba?). Muchos entrenos duros, con la fría noche del otoño, recordando y visualizando ya por entonces mi paso por La Vallecana futura. Cuando faltaban fuerzas, siempre estaba mi manada en la cabeza para volver a luchar y aquello, quise "grabármelo muy cerca*". Para recordar que no hay nada regalado, que tienes que batallar por lo que quieres.

Y el 31 llegó y no había nada que mirar de cerca, si no de frente: cara a cara. El mister, después de ver los entrenos, ya me había dicho con casí mes y medio de antelación, vía whatsapp que iba a hacer un marcón en la vallecana y no dudó en decírmelo minutos antes de salir de casa.

Motivación no me faltaba. Eso sumado al año de ensueño junto con Carol, Athos y Jara debían empujarme a dar lo mejor de mí mismo, a correr lo más rápido que había aprendido. Y este año Carol, volvería a poder estar físicamente en la línea de meta. Me despido de Jara y de Athos mientras deslizo su chapa metálica en forma de rayo: "Necesito vuestra velocidad chicos" les digo mientras me miran atentamente. Carol me da un beso y me dice la palabra mágica: "disfruta".

El papi de Fran nos acerca hasta la zona de la carrera, gracias Paco. Bernabeu aparecía sembrada de corredores naranja. El sueño se había hecho realidad, la hora había llegado. No faltaban los disfraces y toda la parafernalia montada por la marca. Aguardando el momento en un Centro comercial, Javi, Fran, Lau y yo esperábamos para calentar y desplazarnos a nuestro cajón mientras nos embadurnábamos con Galius Sport. Pasó rápido. En menos de lo que esperaba estábamos yendo a nuestro sitio de salida: fuerza y honor. Nos separamos, Javi al de 42 y Fran aún lesionado con Laura para correr juntos en el de 48. En el cajón, un atisbo de nerviosísmo se apodera de mí, ya que tras tratar de avanzar hacia adelante me di cuenta de que estaba hipersaturado y llegado un momento ya no podía moverme más hacia delante: la linea de salida quedaba casi 10 metros por delante de mí. Gente con la pulsera del cajón de 42 en el cajón de 38. Eso no mola.  ¿La suerte estaba echada y la posibilidad de mejorar la marca frustrada? Suspiré pensativo y me tranquilicé:  Korima proveerá. Nunca hay nada que dar por sentado, dueño de tu propio destino.

En mitad de aquel algarabío discotequero de música, me pregunte si correr significaba todo aquello mientras me tapaba los oídos y cerraba los ojos: los decibelios parecían aturdir la mente y sacudir los pensamientos. Cuando abrí los ojos y separé los dedos de mis oídos logré la ansiada calma y deje de oír todo salvo el tema Rise, con el que llevaba unos días en la cabeza. Aquello sumado a mi vista concentrada en la cuesta de Concha Espina hizo que solo quedara ya una cosa: CORRER Y DISFRUTAR. ¿Cuánto había preparado este día? ¿Cuántos duros entrenos? ¿Cuántas veces lo había visualizado?

Cuenta atrás y ¡pum! adelante. Me cuesta correr de nuevo como nunca, sorteando corredores, esquivando gente que se cuela por la valla. Carolina y Azahara, las hermanas Martinez, son las primeras en animar desde un lateral y aquello empuja hacia arriba y cuando menos lo espero, Serrano se presenta. Empiezo a correr más cómodo pero no me queda más remedio que ir por la espalda del público si quiero ir al ritmo que creo que puedo ir. Avanzo, avanzo y avanzo. ¡Vamos bien! Aquella mala salida no ha eclipsado el buen comienzo que llevamos. Solo alcanzo a ver el primer kilometro cruzado en 3:35. Cuando llego a la Plaza de la República Argentina por fin me paso al asfalto de nuevo, uniéndome a la marea naranja y animándo a más corredores. Hago balance automático: voy rápido y me siento genial. Lucho contra un ligero indicio de flato, idéntico al que me tocó vivir hacía solo un par de semanas, y no pienso dejar que empañe este día concentrándome en respirar rítmicamente  y de forma natural. Sigo Serrano, disfrutando de la simple idea de estar vivo mientras miro mis piernas desplazarse. ¡Vamos Juanqui! Cuando menos lo pienso me sorprende verme en La puerta de Alcalá, casi la mitad del circuito. Me "empapo" de los ánimos de la gente y tiro hacia adelante surcando hacia Atocha, sabiendo que en meta está Carol, deseoso de llegar pero tratando de asimilar que debo "vivir el momento, vivir cada kilometro" sin pensar en el final: solo de esa manera llegaré como quiero
Atravesando Atocha a ritmo de Gospel
El camino recto y posterior hacia Vallecas se hace rápido pero llevadero junto a un corredor al que animo: todo aquello es una realidad que me cuesta creer a pesar de llevar 6 km corriendo. Veo un coro de Gospel y me acuerdo del tío Mc. Voy un poco en mi nube mientras choco algunas manos infantiles tan deseosas de ese caluroso saludo como yo: aquello es un intercambio de energía.

"¡Vamos Juanqui", me grita Arturo desde un lado del público y luego Darío y luego Miguel... me costaría describir el cúmulo de adrenalina y energía recibida en tan solo un momento por estos tres pedazos de crack: GRACIAS. Aquello me lanza más y si creía que iba a tope, bastó llegar hasta el lado del GRAN MICKEY: no dudó en chillar y correr más de 100 metros a mi lado animándome: tío MIL GRACIAS. Aquello fue la guinda para verme capaz de destrozar la cuesta de Vallecas. No he mirado el crono salvo en el primer kilometro y no quiero hacerlo: korima, se que lo que ha de ser, será. 

Toda la carrera con el tema Rise (renace) en la cabeza, mientras "asciendo" por la cuesta junto a Antonio Valencia (no nos conocemos de nada, pero el instinto del corredor te lleva más lejos de lo establecido), animándonos el uno al otro y cerca a la derecha el desvío "mágico", que marca casi el último kilometro a meta.

¡Vamos Juanqui! grito para mis adentros, "eso significa menos de 4 minutos". Veo a lo lejos la salida de corredores sin dorsal, y allí esta Carol (y más gente, mi papi, Mc, Vane, Rose y Gon, gracias chicos). No la veo aún pero se que está, deseando verme y yo a ella, deseando que llegue y yo llegar. Ya voy sonriendo para ella. ¿Crono? ¿Qué crono?
 

Una imagen que resume 10 km
Primero vislumbro a mi padre (te quiero papá) y luego a ella: en cada carrera, cámara en mano, en cada día a mi lado, en cada alegría y en cada tristeza. Uff, que extásis tan grande. En vez de cerrarme en la curva me abro más para estar cerca de ellos y dedicarles aquello: paso a su lado mientras esprinto como hace años, eléctrico y vibrando, subiendo el final sin esfuerzo mientras miro, por fin el crono, viendo que me hallo en un tiempo con el que solo podía soñar hasta hace poco: sonrisa en la cara y deslizando sobre el asfalto, sigo esprintando como si acabará de salir, subiendo el puño en alto al cruzar el arco de meta en 35:56. ¡Si, lo conseguí! 

Sueño hecho realidad
Me cuesta creerlo, pero de nuevo el sueño se hizo realidad. Después de recoger la bolsa del corredor me encuentro con Antonio Valencia de nuevo e intercambiamos unas buenas palabras, ¡un placer compañero!

Salgo corriendo de nuevo, aún hay energía para ir al encuentro de Carol y de los demás. Allí les veo. Me abrazo a mi padre emocionado, a Vane, a Mc a... ¡sorpresa! ¡Gonzalo y Rose han venido! Y por último a ella: Carol. "¡Lo hemos conseguido nena!" le digo. Me cuesta describir el cúmulo de sensaciones al cruzar la meta y pòsteriormente ver a mis amigos, pero creo que un torbellino de endorfinas tras ver los objetivos más que cumplidos, dificulta una descripción con palabras...


La foto de siempre, la que el año pasado no pudimos hacer *
Gracias a todos por estar ahí, pasando frío por ver tan solo unos segundos al "amigo loco" que disfruta simplemente corriendo.


De veras, GRACIAS, porque de haber un equipo
en este deporte, seríais los mejores
Javi acaba marcandose un sub 39 muy glorioso, enhorabuena amigo, me hubiera gustado abrazarte en meta. Y Fran y Laura llegan alegres a pares: enormes los dos. Pronto estaréis mejor aún. 


"Porque las marcas, lesiones y entrenos no importan, sino estar en buena compañía"




¡FELIZ AÑO PARA TODOS!


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Valoración final en
 El Calidómetro