Llegado al final de temporada, siempre coincidiendo con una última carrera, voy programando la siguiente temporada, y con ello empieza el descanso anual. No me refiero al descanso de cada semana después de un buen entrenamiento, sino a ese pequeño ciclo de inactividad, que sirve de manera importantísima y muchos desconocen. Al igual que el otro descanso, y aunque no lo parezca, también es parte de ese entrenamiento. La gente con mucho kilometraje, a veces se sorprende cuando le dices que vas a descansar casi un mes.
Se oye hablar mucho acerca de los rodajes, las series, los ritmos controlados...pero poco o nada acerca de este periodo tan importante en el deportista. No obstante, este pequeño tiempo (bien planificado) es necesario ya que dentro de él se produce una regeneración y reequilibrio celular y de sistemas. Tales mejoras se dan debido a una serie de procesos de vital importancia en nuestro cuerpo:
· Restauración de los niveles energéticos.
· Normalización del equilibrio homeostático.
· Función de reconstrucción de estructuras celulares y del sist. enzimático.
· Recuperación psicológica.
Todo esto resulta imprescindible para el comienzo de una nueva temporada con energías renovadas.
Tenía mis dudas, dado que era mi primer año en serio tras muchísimo tiempo, acerca de cual sería el tiempo ideal de descanso, para no llegar a una descompensación alarmante, ya que tengo la idea de tratar de mejorar las marcas del año pasado, y la adaptación de la temporada anterior había sido buena y tenía que aprovechar el escalón subido. Por otro lado hay que destacar que no es fácil entrar en este periódo: las buenas sensaciones del momento, una buena temporada...pueden conducirnos a no descansar para no perder lo ganado, lo cual termina siendo un error: para volver a volar es necesario tener de nuevo los pies en la tierra. El año pasado me costó algo, y durante esos días de "abstenia" incluso me sentía algo irritado. Hay que tener fuerza de voluntad y concienciarse de que es necesario.
Personalmente, el año pasado, realicé 3 semanas de descanso total y comencé a entrenar la temporada. Como la cosa no fue mal, intuí que cerca de ese tiempo estaba la clave para mi descanso personal. Así que le consulté a mi antiguo entrenador, Eloy Martín García, gran entrenador, gran amigo y mejor persona. Tengo la suerte de tenerle cerca y contar con él para lo que necesite a pesar de autoentrenarme a partir del año pasado. Su recomendación fue la siguiente:
2 semanas descanso total + 2 semanas descanso activo, hasta completar 1 mes.
· Durante estas 2 semanas el descanso sera total, es decir, nada de ejercicio. No pasa nada si realizamos otro deporte mientras, pero la idea es no hacer nada desmesurado: ya tendremos tiempo los 11 meses restantes.
· Durante las 2 semanas siguientes de reposo activo, relizaremos cortos rodajes de intensidad muy baja.
Todas las regeneraciones y reequilibrios físicos que experimentaremos durante este periodo son especialmente importantes. Aún así merece unas líneas la recuperación psicológica que se produce en el descanso: debido a que la temporada resulta bastante larga, y que hablamos de ejercicio continuado e intenso, con competiciones y entrenos, el desgaste psicológico es grande. Y todo esto tocando madera si tenemos la suerte de no lesionarnos, que a veces lo agrava bastante más, añadiendo un lastre que nos frena en la evoución generalmente. En este periodo de descanso, damos un respiro a la mente a la hora que motivaremos la vuelta a correr, y favorecemos el uso y disfrute de otros deportes.
En el descanso podemos apoyarnos de ciertos factores que se dan en una epóca tan propicia como el verano, como vacaciones, playa, montaña, piscinas y el calor:
Altura:
Una escapadita a la montaña favorecerá la recuperación gracias a la oxigenación que recibe el cuerpo por la altura.
Calor:
La temperatura de esta época, a veces algo axfisiante puede tener su parte positiva, en la rehabilitación del cuerpo y de sus grupos musculares :
· Vasodilatación.
· Aumento del flujo sanguíneo
· Aumento del metabolismo.
Sol:
Los rayos ultravioletas del sol al pasar a través de la piel, intensifican la circulación sanguínea, activa las enzimas, aportan vitamina D y mejora la absorción de fósforo y el calcio por el tejido óseo endureciendo los huesos.
Piscinas:
Los baños en piscinas de agua fría, vienen de lujo para la prevención de inflamaciones o como efecto rebote para un aumento de la circulación. Evidentemente cuanto más fresquita, mejor:
· Agua fría (20º), o caliente (40º) de corta duración tonifica los músculos e incrementa el tono del sistema vascular.
· Agua caliente (40º) reduce la excitación de los nervios sensoriales y motores e incrementa el metabolismo.
· Agua tibia (37º-39º) ejerce un efecto calmante.
Las duchas de contrastes (caliente - frío) alternados en unos seis ciclos de unos 30” cada uno, son refrescantes, tonifican los músculos y suben el tono del sistema vascular, sirviendo para restablecer el rendimiento deportivo.
Después de este periódo, las baterías deberían estar cargadas para aguantar otros 11 meses. Dentro de ese tiempo retomaré este tema, a ver que tal salió todo.
Se oye hablar mucho acerca de los rodajes, las series, los ritmos controlados...pero poco o nada acerca de este periodo tan importante en el deportista. No obstante, este pequeño tiempo (bien planificado) es necesario ya que dentro de él se produce una regeneración y reequilibrio celular y de sistemas. Tales mejoras se dan debido a una serie de procesos de vital importancia en nuestro cuerpo:
· Restauración de los niveles energéticos.
· Normalización del equilibrio homeostático.
· Función de reconstrucción de estructuras celulares y del sist. enzimático.
· Recuperación psicológica.
Todo esto resulta imprescindible para el comienzo de una nueva temporada con energías renovadas.
Tenía mis dudas, dado que era mi primer año en serio tras muchísimo tiempo, acerca de cual sería el tiempo ideal de descanso, para no llegar a una descompensación alarmante, ya que tengo la idea de tratar de mejorar las marcas del año pasado, y la adaptación de la temporada anterior había sido buena y tenía que aprovechar el escalón subido. Por otro lado hay que destacar que no es fácil entrar en este periódo: las buenas sensaciones del momento, una buena temporada...pueden conducirnos a no descansar para no perder lo ganado, lo cual termina siendo un error: para volver a volar es necesario tener de nuevo los pies en la tierra. El año pasado me costó algo, y durante esos días de "abstenia" incluso me sentía algo irritado. Hay que tener fuerza de voluntad y concienciarse de que es necesario.
Aunque no lo parezca, estoy entrenando
Había escuchado, informado, leído...de todo. Hay muchas opiniones al respecto: un mes de descanso total, algunos dicen dos, otros tres semanas y una semana de descanso activo... Personalmente, el año pasado, realicé 3 semanas de descanso total y comencé a entrenar la temporada. Como la cosa no fue mal, intuí que cerca de ese tiempo estaba la clave para mi descanso personal. Así que le consulté a mi antiguo entrenador, Eloy Martín García, gran entrenador, gran amigo y mejor persona. Tengo la suerte de tenerle cerca y contar con él para lo que necesite a pesar de autoentrenarme a partir del año pasado. Su recomendación fue la siguiente:
2 semanas descanso total + 2 semanas descanso activo, hasta completar 1 mes.
· Durante estas 2 semanas el descanso sera total, es decir, nada de ejercicio. No pasa nada si realizamos otro deporte mientras, pero la idea es no hacer nada desmesurado: ya tendremos tiempo los 11 meses restantes.
· Durante las 2 semanas siguientes de reposo activo, relizaremos cortos rodajes de intensidad muy baja.
Todas las regeneraciones y reequilibrios físicos que experimentaremos durante este periodo son especialmente importantes. Aún así merece unas líneas la recuperación psicológica que se produce en el descanso: debido a que la temporada resulta bastante larga, y que hablamos de ejercicio continuado e intenso, con competiciones y entrenos, el desgaste psicológico es grande. Y todo esto tocando madera si tenemos la suerte de no lesionarnos, que a veces lo agrava bastante más, añadiendo un lastre que nos frena en la evoución generalmente. En este periodo de descanso, damos un respiro a la mente a la hora que motivaremos la vuelta a correr, y favorecemos el uso y disfrute de otros deportes.
En el descanso podemos apoyarnos de ciertos factores que se dan en una epóca tan propicia como el verano, como vacaciones, playa, montaña, piscinas y el calor:
Altura:
Una escapadita a la montaña favorecerá la recuperación gracias a la oxigenación que recibe el cuerpo por la altura.
Calor:
La temperatura de esta época, a veces algo axfisiante puede tener su parte positiva, en la rehabilitación del cuerpo y de sus grupos musculares :
· Vasodilatación.
· Aumento del flujo sanguíneo
· Aumento del metabolismo.
Sol:
Los rayos ultravioletas del sol al pasar a través de la piel, intensifican la circulación sanguínea, activa las enzimas, aportan vitamina D y mejora la absorción de fósforo y el calcio por el tejido óseo endureciendo los huesos.
Piscinas:
Los baños en piscinas de agua fría, vienen de lujo para la prevención de inflamaciones o como efecto rebote para un aumento de la circulación. Evidentemente cuanto más fresquita, mejor:
· Agua fría (20º), o caliente (40º) de corta duración tonifica los músculos e incrementa el tono del sistema vascular.
· Agua caliente (40º) reduce la excitación de los nervios sensoriales y motores e incrementa el metabolismo.
· Agua tibia (37º-39º) ejerce un efecto calmante.
Las duchas de contrastes (caliente - frío) alternados en unos seis ciclos de unos 30” cada uno, son refrescantes, tonifican los músculos y suben el tono del sistema vascular, sirviendo para restablecer el rendimiento deportivo.
Después de este periódo, las baterías deberían estar cargadas para aguantar otros 11 meses. Dentro de ese tiempo retomaré este tema, a ver que tal salió todo.