2 ene 2014

San Silvestre Vallecana 2013 (10 Km)

"Vuela hasta Vallecas, cabrón con alas".

31 de diciembre. Un año más allí, un año más cumpliendo las rutinas que hacen de este día algo especial. Por la mañana, en esta semana de vacaciones, había estado haciendo alguna tarea tratando de no "desgastarme mucho". Luego, Carol y yo comimos pronto, unos espaguetis con maíz y soja, ligerito para asimilar bien y rápido. The Dark Knight Rises había sido la película motivadora por segundo año consecutivo en la San Silvestre Vallecana que tocaba.

Camino del Bernabeu, iba acrecentando unos nervios que venían aflorando desde el día anterior. Allí la multitud iba creciendo conforme a la cita y en el vagón de metro mientras, Carlos, Alberto, Javi, Natasha y Carol hablaban, yo, quizás el más callado de todos, miraba de manera perdida, por la mezcla especial de concentración y excitación del evento que se nos venía encima. Muchas horas de entreno, de frío, de esfuerzo y algunas veces sacrificio... todo para este día. 

A las 16:30 ya estábamos allí, en Bernabeu junto a Lau, Gon y Fran. Galius Sport de Precompetición en las piernas y a calentar: este año no pensaba salir tan mal como el pasado por llegar muy apurado al cajón. A las 17:00, media hora antes de la salida nos dirigimos a la entrada de cajones para evitar la hora de máxima afluencia y la verdad que se hace muy cómodo así. Nos despedimos de Natasha, Carlos, Alberto, Lau, Gon y Carol. ¡Carol corría su primera San Silvestre Vallecana! Si algo tenía claro era que lo haría genial, iba preparadísima. ¿Y yo? Motivado pero no seguro del todo, una contractura un par de semanas anteriores había mellado la poca confianza que tengo en mí, a pesar de los buenos entrenos y de la perfecta recuperación. Cajón de 38 minutos, el más rápido, aparecía con poca gente y algo más pequeño que de costumbre, o al menos así me pareció. Me alegró enormemente que Javi y Fran estuvieran allí conmigo. Alegría "in crescendo" cuando me saluda el gran Carlos Barco, un verdadero maquinon con tiempos importantes con el que me abrazo de manera instantánea. Rodamos un poquito por el cajón y nos empezamos a colocar visualizando que aquello empezaba a llenarse. Dani Romero, amigo y gran persona nos aumenta la felicidad y el placer de estar allí con su presencia a pesar del "Circo de Nike", de sus decibelios y de su parafernalia como si de un cutre programa de serie B se tratara: AQUELLO ES CORRER, y quiero que correr signifique otra cosa. Es lo que le transmito a Carlos Barco mientras la afluencia de gente en el cajón empieza a aumentar y nos obliga a colocarnos en una buenísima tercera fila.

No se me hace difícil desconectar de todo aquello y escuchar en mi cabeza de nuevo RISE con la más absoluta concentración y mirada fija en Concha Espina, mientras los organizadores están más afanados en que la gente que está en primera fila lleve la equipación de la marca en vez de controlar a la gente que se cuela en el recorrido sin dorsal y faltando el respeto a los demás corredores.

¡Pum! Después de la cuenta atrás comienza el día para mí. Salgo tranquilo cogiendo hueco cómodo para correr y sorteando a la gente que cuela en el diez mil más caro de España. Serrano se presenta como el momento para empezar a "darle zapatilla" por consejo de nuestro entrenador. RISE en mi cabeza desde el principio, resonaría hasta la meta una y otra vez. Como siempre solo miro el primer kilometro en el que vislumbro un 3:27. Me salgo durante un pequeño tramo por la acera para evitar gente y antes de la Plaza de la República Argentina piso asfalto. Dani Romero me coge al rato a la voz de "¡Vamos Juanqui, qué estilazo tienes cabrón!": bien sé que para estilo el suyo, le saco unos años de edad y ya corre mejor que yo. Me da un subidón verle a mi lado y más adelante le digo que si me quedo, tiré hacia delante. Pienso en Carol, subiendo Concha Espina y disfrutando al lado de Lau y Gon: te lo mereces TODO nena.



El cielo de Serrano es de un azul intenso aterciopelado, donde se dibujan los ojos de Cher que, esta vez en silencio me dice: "sí tío Juanqui, estoy con vosotros y os mando mi energía". Ruben García me manda sus ánimo a sabiendas de que me impulsaran hacia delante, ¡gracias compañero!. Los más peques de los espectadores se afanan en estirar las manos en busca del cálido tacto del corredor de a pie, que lucha contra el frío sin la menor mueca de dolor: me encanta ese intercambio de energía y que su felicidad me contagie con buenas vibraciones.   Se presenta Alcalá antes de lo esperado mientras veo los kilometros pasar poco a poco, y un coro de Gospel me trae de nuevo al tío Mc a la cabeza. "¡Vamos Juanqui, disfrutaaaa!" Me digo a mi mismo mientras dirijo la vista hacia mis piernas y disfruto de la simple sensación de estar vivo, de poder correr como lo hago. El León ruge con fiereza, melena al viento se dirige hacia la meta, con la respiración rítmica y guardando un fuego especial en el interior, para rugir más fuerte al final...

Atrás Cibeles, atrás Atocha, voy fuerte hacia el final, que aún se pierde en el horizonte de Vallecas. De repente, no hay cansancio, solo una respiración a ritmo, solo una sonrisa que se me dibuja por momentos buscando la cara de Darío, Arturo, Quique, Mickey o Miguel, al igual que el año pasado. Mi desacertada mirada solo encontraría al último de este gran séquito, Miguel, afanado en "animar mi carrera, como la gesta de un superheroe": gracias amigo, un empujón para empezar a subir la cuesta. 

Asciendo con fuerza, bajo la compañía de Dani y la de Carlos, que ya en Atocha me adelantó no sin antes animarme: grandes los dos. La cuesta aprieta, te frena, pero en décimas de segundo decido aguantar más y más: Athos y Jara aparecen en mi cabeza ladrándo y animándome a seguir y no parar. Dos miradas buscando el final de la cuesta sin encontrarlo: apareció cuando dejé de mirar. 

Aún puede apreciarse una sonrisa de zapatilla a zapatilla
¡Vamos Juanqui! grito para mis adentros mientras Dani también me anima. Empiezo a aumentar velocidad, consciente del inminente final a falta de kilometro y poco. "Son menos de 4 minutos", pienso. Momentazo cuando me encuentro con mi "Hermano León", Lolo Barreiro, que sin pensar en que luego haría el mismo trayecto de 10 km que iba haciendo yo, se pondría a mi lado gritando y corriendo durante lo que calculo que serían 200 metros: "¡Vamos Juanqui, vamos León!". Lolo me exprime emocionalmente y de manera positiva sacando toda la adrenalina que aún quedaba dentro y empujándome más hacia el final. Aumento más la velocidad y a pesar del ritmo, la calma va en mi interior, presto a rugir lo más fieramente posible al final. Luis Blanco se encarga de que no me relaje con su ánimos después de Lolo, ¡Gracias RockerRunner! En la curva de siempre, están mis amigos: Rosa, la mami de Gon, mi papi y su amigo Carlos. No les veo por los focos y la excitación pero me gritan y el corazón me dicen que están allí. Me desato por completo sin mirar el crono, adelantando más posiciones y subiendo la recta final, cuesta incluida, sin el menor esfuerzo: ¡sí, lo he conseguido de nuevo! Mejor Marca Personal con 35:21, puesto 38º de mi categoría y 97º de la general. Dani entra en seguida con Carlos donde nos abrazamos y damos la enhorabuena. Esperaríamos a Javi con su sub 37' y Fran con su 38:01, ambos con MMP también. ¡GRANDES!

¡GRANDES TODOS!
Camino hacia donde estaban nuestros amigos y en busca de ver llegar a Carol, Lau y Gon, a Fran se le monta un gemelo y tenemos que parar a hacer maniobras para quitarselo. No alcanzamos a ver a las chicas, pero un entusiasmado Gon camino de meta y con la gloria de llegar, nos hacía presagiar la alegría presente en Carol y Lau, que habrían de entrar en un gran tiempo de 53:46, haciendo Carol su MMP gracias también a la ayuda de Lau que la acompañaría durante toda la carrera. Enhorabuena Gon, enhorabuena Lau y enhorabuena mi Carol: te lo has ganado, eres consiente del trabajo diario que supone entrenar y tu solita te lo has currado, puedes LOGRAR TODO LO QUE TE PROPONGAS, ya lo sabes. Natasha en la 2ª oleada acabaría en un loable tiempo de 1:10. Ya sabes lo que te dice Carol, en cuanto te pongas en serio lo partes.

Insuflándonos fuerzas hasta el final
GRACIAS  A TODOS LOS QUE ESTUVISTEIS ALLí O EN MI CORAZÓN y feliz año nuevo.

Gracias Jorge de Pedro, por que como bien me dijiste unas semanas antes y en la oficina, me sentí "un cabrón con alas, volando hacia Vallecas".



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Valoración final en
 El Calidómetro

11 dic 2013

Carrera de la Constitución de Barajas 2013 (8 Km)

Recomendados por el mister fuimos a esta carrera como "entreno fuerte" con todo el respeto que exige una competición. Sería otro test bueno y quizá el último de cara a la San Silvestre Vallecana.

Allí nos encontramos con Javi y Maxi de la Panda del Muro, Fernando del Olmo, y el gran Darío en la misma salida (el "camuflarse" no le sirvió de mucho, jejejeje). Carol iba con no muchas ganas pero guiada por mí se lanzó a ello, Lau y Fran venían con Luis y Javi prestos a darlo todo. Vane venía como apoyo emocional y logístico, cosa que se noto y mucho (¡mil gracias!).

Calentamiento y linea de salida. Casi perfectamente colocados, aguardamos el pistoletazo y lanzo una mirada atrás en busca de Carol que se ha colocado mejor que otras veces junto a Lau. ¡Pum! Salimos lanzados buscando una buena posición para correr pero el circuito es muy estrecho para tantos corredores (cerca de unos 700). Gano algunas posiciones para correr en un espacio algo más confortable y me pongo a mi ritmo. El circuito no tarda en mostrar el primer desnivel para ir "calentando" el cuerpo mientras veo caras conocidas en carrera y trato de animar a los compañeros que adelanto y a los que me adelantan. Sigo acordándome de Cher, apenas hace una semana desde que se fue, pero no puedo (ni quiero) olvidarme de ella: supongo que el insconsciente me indica que ya está con nosotros PARASIEMPRE. Llevo buen ritmo y me siento cómodo cuando paso al lado de Vane justo antes de iniciar la segunda y última vuelta al circuito de 4 km para sumar los 8 del total. Sus ánimos empujan hacia delante y sigo tirando. 

Según inicio la segunda vuelta, noto una baja presión en el ajuste de mis Hyperspeed 5 y cuando miro hacia mis queridas "voladoras" advierto los cordones desatados a pesar de los dos nudos a los que las tengo acostumbradas. Para todo hay una primera vez, así que con "un buen par", me paro a la izquierda, los ató lo más rápido posible mientras me pasan algunos corredores y salgo muy fuerte para coger el ritmo no sin algo de rabia por dentro. Calmado de nuevo recupero casi mi posición en la carrera pero no exactamente como iba, como es lógico. Las cuestas parecen más empinadas que en la primera vuelta, y en una de ellas un compañero me adelanta y me anima. Me vengo arriba y me voy con él. Sigue animandome y dandome consejos para subir la cuesta, cosa que le agradezco de corazón y de palabra. Se iría un pelin por delante mía mientras un gallego con acento marcado, intercambiaría alguna frase con el que escribe estas lineas: "No te preocupes, que no soy rival de final" me dice, a lo que le respondería, como Fran dice, una #frasedepelicula: "Mi único rival está aquí dentro", le digo mientras me señalo a mí mismo (jejeje).
"Mi único rival está aquí dentro"
Avanzamos juntos y también empieza a tirar hacia delante. Recorto distancia con el compañero que me ayudo en las cuestas hasta que vislumbro el último giro para la entrada a meta y me siento con fuerzas para esprintar. "¡Vamonos juntos!" le digo, pero él tenía la necesidad de entrar de otra forma, así que ofrecido de manera honorable esprinto de manera eléctrica y disfrutando una barbaridad, entrando en 25º posición y 16º de mi categoría con un aceptable 28:31 para un circuito que no me pareció fácil. Allí Vane, nos esperaba en linea de meta para inmortalizar la llegada, cámara en mano.

Carol, ejemplo de "cada vez, mejor"

Abrazos con fernando del Olmo, y saldría disparado en busca de Carol. Casi sin abandonar la meta aparece Fran entrando con un crono de 30:23, ¡fenómeno en busca de su sub 38' en la "sansil"!. Por el camino hasta Carol me encontraría con Lau a la que animaría durante unos metros (¡estupendo 35:57!). Entraría luego Luis. Al rato veo a Carol, concentrada en la carrera, a buen ritmo, con una intensidad más alta de la que esperaba. Se me cae la baba de orgullo. La acompañaría hasta el final, hartándola de ánimos y elogios. Entra con un estupendo 40:38 a ritmo de 5:05 min/km, mejorando su ritmo y sus buenas sensaciones, ¡muy bien nena!
¡Equipazo femenino!
Javi llegaba sonrisa en la cara, ¡enhorabuena tron! Terminar así es el más gran mérito. Una organización perfecta por parte de la A.D. Marathon y con un precio asequible (4€), a ver si toman nota en otras carreras de Madrid. Un día perfecto, con una compañía genial, donde terminaría encontrandome con Alberto de la Cruz, compañero de fatigas de mi época musical, cuando en vez de zapatillas, solo conocía baquetas.

Equipo al completo



3 dic 2013

Carrera Ponle Freno 2013 (5 km)

Ese día desperté triste. Y de hecho casí a última hora tomé la decisión de correr. Carol y Gon no tenían ánimos. Y era normal. Pues eso, triste como antes decía. Lo que no sabía es que acabaría viniendo con una sonrisa en la cara. "Alguién" se encargó de dibujarla en el rostro triste y apático que llevaba desde el día anterior. 

Aparecí en El Retiro con el termómetro marcando 0º C. Dejo el casco junto a la moto y me dispongo a calentar pues voy con el tiempo justo, dirigiéndome hacia la linea de salida para "inspeccionar" la afluencia de gente. "Agotados los dorsales" rezaba la web Ponle Freno y así era. Media vuelta hacia la moto a cambiarme y embadurnarme con Galius Sport Aceite de Precompetición. De camino a linea de salida de nuevo, la gente va bien "embutida" en ropa y al verte tan ligerito de ella suelta frases tipo "me da frío verle", "¡Qué escalofrío!"...

Logro colocarme bien en la salida donde veo a Javi de La Panda del Muro, (grande crack) y allí aguardo con ELLA en la cabeza. Llevo con mi Princesa de Terciopelo metida en la mente y en el corazón desde el día de ayer y hoy va por ella. ¡Pum! Salimos lanzados hacia delante y se produce una caída que hace peligrar al resto de corredores y que sin duda propiciaría la caída de más de uno. Me desvío un poco hacia la derecha cuando me gritan"¡Juanqui golfo!". Arturo está por allí para acompañar a Quique y me lanza ánimos que sin duda me llegan.

Saliendo del Retiro, giro a la derecha y me siento genial de sensaciones, tengo la cara de mi Princesa de Terciopelo delante de mí, y mentiría si dijera que estaba feliz en ese momento. La apatía me había rodeado y un sentimiento agridulce luchaba en el interior. Animo algún corredor que me adelanta y comienzo bajando muy fuerte por la calle Reina Cristina. "You know my name" de Chris Cornell suena en mi cabeza desde el principio y no se por que exáctamente, pero el caso es que suena. No miro si quiera el primer kilometro (ni miraría el último como acostumbro a hacer), lo único que me importaba iba bien cerca de mí, más de lo que podría esperar. 


"¡Vamos figura, sabía que te encontraría por aquí!" Arturo me alcanza y se mantiene a mi lado mientras intercambiamos palabras: "Siento lo de la perrita" me dice (gracias tío). "Es por eso que voy acelerado" le contesto. Y es verdad, me siento revolucionado por dentro y sin embargo, como si algo no estuviera del todo bien. Algo no encaja. Y "alguien" quiso hacerlo encajar, pero eso sería un poco más adelante. Arturo se despide para seguir con Quique y sigo mi particular camino a meta, tratando de buscar que es lo que no va bien. Desvío de la carrera de 5 Km y ya queda menos. Subo el Ángel Caído respirando bien casi sin pensar en lo dura que es. Los dos corredores que tengo por delante se alejan un poco.

Al terminar la ascensión algo cambió. Yo lo sentí así. Cher apareció a mi lado, corriendo junto a mí, casi podía verla con total claridad, "¡Vamos tío Juanqui!". Me cambia la cara, me hincho de energía y sonrío mirándola correr con sus cuatro patas y ese desborde de felicidad, mientras la siento a mi lado. A falta de un kilometro y medio cuando parece que voy a tope de fuerzas, Cher toma la iniciativa e instintivamente se pone por delante. Puedo sentirla tirando de mí, con la linea de tiro de canicross tensa, dándome fuerzas. Aumento el ritmo, me siento ligero y lleno de fuerzas, sonrío y entonces todo vuelve a tener sentido. Cher me trae la pieza que lo hace encajar todo. 

  
Encaro la linea de meta subiendo de revoluciones y adelantando a dos compañeros que hace nada aparecían lejísimos. ¡Cher está allí! Lleno de fuerza esprinto a falta de 150 metros con todo lo que tengo y con todo lo que ella me da. Antes de cruzar la meta mi retina se dispara al cielo con Cher en ella sobre el arcoiris, emocionado es decir poco. 
6º posición con 17:38 es lo menos importante. 

Te quiero Princesa de Terciopelo. Gon y Rose: 
hoy más que nunca se que sigue con nosotros  y PARASIEMPRE. 
GRACIAS CHER.