3 jul 2014

Skoda Triathlon 2014 (750m-20Km-5Km)

Fin de temporada. Y cúmulo de sensaciones. Y de las buenas. Y el segundo triatlón que hacía. Fran y yo estábamos allí a una hora de la salida junto a sus papis, Lau y Carol. Mi papi, Rosa y Gon venían de camino a dar apoyo. El día se presentaba bien en la Casa de Campo de Madrid: buena temperatura, algo de calor y un cielo despejado.

Primer incidente: la válvula de Fran se rompe al hincharla causando el nervisísmo de este. Sin problema cambiamos la cámara y lo dejamos todo listo encaminándonos a boxes. Allí colocamos las dos bicis, una al lado de la otra con sendos dorsales 295 y 294. Alegría y sanos nervios por doquier. De nuevo con la familia, llegan Rosa, Gon y mi papi: nos disponemos a calentar. Hay ganas. Y de disfrutar. Por allí andaría también Alberto Blanco, todo un crack que iba a animar a un compañero.

Al despedirnos de los nuestros nos vamos a la fila de salida controlando que la 4ª era nuestra tanda de salida: los gorritos dorados a lo Burbujas de Freixenet. "No tengo prisa por unos segundos, qué salgan todos y luego con hueco salimos nosotros ¿ok?" me decía Fran. No podía estar más de acuerdo. Así que, dado el bocinazo de salida, no miramos y chocamos las manos con complicidad y nos lanzamos al agua. En el mismo aire, logro darle al crono antes de entrar en el agua (casí el mismo error del año pasado, me acordé de Gon, jejeje).

En el agua

Los primeros 200 metros iría pendiente de Fran instintivamente, con el que me había chocado durante al menos 100 metros desde la salida. Me veo cómodo, más tranquilo y con una respiración más calmada y rítmica que el año anterior. Mi crol me hace avanzar optimamente a través del oleaje creado en el Lago de la Casa de Campo y las pocas veces que salgo a mirar la trayectoria alcanzo a animar a algún compañero que pide disculpas por chocarse: buenrollazo. Noto que avanzo bien y como poco a poco vislumbro el pantalán. Ya cerca de allí a unos 50 metros veo a mi padre y le grito para que me vea antes sus mirada buscándome sin parar. Alcanzar el pantalán y tocarlo con tu mano es sintoma de sonrisa, de pasar una etapa y una energía tan rara como la del año pasado me llena y salgo lanzado y lleno de fuerza camino de la bici mientras me cruzo con Rose que no deja de chillarnos y Gon de hacernos fotos. 



Curiosa y cómica estampa la nuestra: calma y decisión
A dos ruedas
Adelanto gente hasta llegar a mi box mientras voy recuperando un poco. Allí con calma me pongo el casco lo primero y el dorsal, zapatillas, gafas... ¡y llega Fran! "¡Vamos bro, es la oportunidad de ir juntos!" le digo mientras hago tiempo para salir a la par. Sin embargo a Fran se le atascan las zapas y me dice que vaya tirando. Así fue, mientras que salía con la bici y montaba sobre ella para ver a mi familia y a Carol disfrutando de una primera vuelta no demasiado fuerte, Fran no quería perder la oportunidad de compartir emociones juntos. De esa manera y al inicio de la 2ª vuelta me coge después de darle bien a los pedales. Avanzamos juntos con unas sensaciones indescriptibles mientras nos damos relevos sin parar. Formamos un grupo "majo" del que vamos tirando él y yo. En plena bajada, se le atascaría la cadena dando un falso error del que saldría ileso. Por entonces ibamos seguíamos hablando (como en todo el sector bici) y me comentaba que parecía que fueramos entrenando por la charla. "Eso es por que estamos disfrutando" le digo. Esa serie de infortunios no hacían más que contruir la Carrera NO Perfecta con historias y momentos épicos que contar. Le comento momentos previos a bajar de la bici, que el sector de carrera es una especie de regalo para nosotros y que el disfrute es tal que se lleva genial a pesar de haber nadado y montado en bici. Nuestra familia no deja de chillarnos al paso y al bajar de la bici llegamos juntos al box y salimos corriendo a la par. Llegan... ¡Los "hermanos Brownie"!

We got the power!
Lo que mejor se hacer
Pisar suelo con la zapatilla es otro cantar.
Para muchos significa la parte más dura, para mí ya era puro placer en la primera zancada. A eso le sumamos el hecho de ver allí a nuestra gente y de emocionarme al ver a mi padre gritando como siempre, apoyandome como en cada cosa que he hecho en la vida, gracias papi.


Etapa del disfrute en el triatlón
Fran me dice que tire y yo le hago saber que poco a poco. No dejo de animar a cada compañero adelantado preso de la emoción y del chorreo de endorfinas generado por mi cuerpo. Al kilometro y medio me empiezo a despegar de Fran poco a poco, empujado por mi ritmo natural. No dejo de animarle y le veo guay. Aquello es un desenfreno y una orgía sinigual de endorfinas en mi cabeza, pugnando por liberarse. Me siento ligero, como si de una carrera nueva se tratase, como si no hubiera nadad ni monetado en bici antes. Adelanto compañeros y al paso por donde esta nuestra gente no dejan de animarnos y verles de nuevo, una vez más de tantas, nos insuflan energía, nos empujan más de lo que ellos jamas creeran. Laura grita comicamente "¡Vamos, corred más deprisa!". En la 2ª vuelta me cruzo con Fran cuando ya iniciaba la vuelta a meta y le veo tocandose el cuadriceps con una mueca de dolor: "Se acabó la carrera para mí tron", me dice. Sin dejar de correr le grito que no abandone, que se pare si hace falta a estirar pero que no lo deje a estas alturas cuando solo le quedan kilometro y medio. Sigo y avanzo en una lucha agridulce por las buenas sensaciones llevadas y por otro lado la situación de Fran. Confío en que se repondrá mientras miro atrá sy le veop estirar. A los 400 mestros de meta, Alberto Blanco me coge cámara en mano y me anima, quedando aquello para la posteridad con unas palabras mías sacadas de dentro.

Acelero más si cabe todavía viendo el arco de meta y esbozando una sonrisa que llevaría hasta el final. Piso el arco de meta marcando un tiempo total de 1:27:26 mientras salto de alegría y vuelo literalmente por el aire. Afortunadamente el aterrizaje fue bueno.


¡Volare, uooooooo!
Iría rápidamente a la recta de meta para ver llegar a Fran y confirmar en el guerrero que lleva dentro sobreponiendose a la adversidad que se le había planteado: Fran llegaba luchando como el que más, rugiendo cual Jaguar con una satisfacción enorme al pasar la meta.

Tiempos de 16:41, 48:52, y 17:30 para los sectores de natación, ciclicmos y carrera, destacando este ultimo como el 44º mejor tiempo de unos 1.200.


Agradecer a Palmira y paco, Rosa y Gon, mi papi y Lau y por supuesto a Carol, el estar allí, por que cada grito que nos daban era fuerza, cada ánimo era aire y cada voz era todo corazón para llevarnos y empujarnos hasta el final. De ninguna manera esto hubiera sido igual sin vosotros.
GRACIAS FAMILIA.

Una organización fantástica. ¡Repetiremos!

Agua, 750 m
Bicicleta, 3 vueltas, 20 km
Carrera a pie, 5 km


Valoración final en
 El Calidómetro

24 jun 2014

Asics Noosa Fast 2

La verdad que fue un capricho.

Un capricho que fue el resultado del buen precio al que se ofertaban. Después de mucho indagar e investigar e incluso preguntar a algun amigo que trabaja en la marca, me habían hablado muy bien de las "nuevas" Asics Noosa Fast 2. Y digo nuevas por que a pesar de que ya cuentan con su segunda edición, son muy poco conocidas en nuestro país. No obstante y como suelo variar poco de modelo, me lancé a ellas.


Realmente estoy muy contento con las Asics Hyperspeed que llevo en competición. Así que algo que me atrajo fue saber que las Noosa Fast 2 era una zapatilla muy similar, con una contrucción practicamente igual a las Hyperspeed.

Viene, al igual que sus primas mayores las Asics Tri Noosa, con cordones normales y otro par de cordones elásticos con sus tancas para hacer la transición más rápida y esto es algo super útil.

La Noosa Fast 2 es una zapatilla ultraligera de apenas 170 gr con una gran capacidad de respuesta a la hora de correr rápido. Está indicada para corredores neutros y que pesen menos de 75 kg. A pesar de ser parecida a la otra voladora que utilizo, incorpora características específicas para triatlón como una parte superior sin costuras para correr sin calcetines con mayor comodidad y que realmente es lo primero que se nota al ponerselas: una comodidad absoluta sin rozadura alguna gracias a un upper muy ventilado y termosellado. Su suela con un par de agujeros para ventilar y evacuar el liquido sobrante incorpora una plantilla ConfortDry, que favorece el secado de los pies.

Colores llamativos para una zapatilla que "esconde" más de lo que parece


Dispone de inserciones de Gel
en la parte trasera para reducir el impacto, aunque es quizá en este punto donde sigo viendo la hyperspeed un puntito más amortiguada.
Su suela, de idéntica construcción que las Hyperspeed: fabricada con cáscara de arroz y polvo de cuero, una mezcla que mejora la tracción de la zapatilla y el agarre incluso en suelos húmedos. Todo esto hace que sea un pelín más agresiva que la otra zapatilla de la que vengo hablando.

Algo curioso que no había visto antes es que, en la lengüeta, incorpora un habitaculo para guardar la tanca y el cordón sobrante haciendo que no quede nada en el "aire". Su estética como veís, imita un poco el estilo de las tri noosa aunque con un escaparate menos amplio de colores.


Este fin de semana, en el Skoda Triatlon Series, probarán el crono por primer vez.

Por unos 90 € en tiendas especializadas.


Valoración final en
El Calidómetro


18 jun 2014

Carrera Norte vs Sur 2014 (10 km)

La frase ya clásica de "La temporada es muy larga" es algo que siempre oímos a nuestro mister, Héctor Carmona. Y es algo que siempre y cada año nos cuesta creernos cuando empezamos de nuevo la temporada. Pero llegado a estas fechas de casi el mes de julio, se hace patente que si, que es muy larga. Y llegado a este punto el cuerpo pide un "kit-kat". La cabeza iba pidiendo calma después de una temporada dura en la que había conseguido ese gran mejor marca personal en la Vallecana. Me sentía especialmente cansado, como algún otro año.

De esta guisa, nos presentamos en la Norte vs Sur, con una meteorología veraniega en la que el calor iba a hacer acto de presencia sin tardar demasiado. Fran, Mario, Helen, Lau y... ¡Carol! estaban conmigo en la linea de salida, aguardando el pistoletazo a una carrera ya típica en nuestro calendario y que llevo corriendo desde su primera edición.

Caras conocidas por allí, Quique, Luis Blanco... y Miguel Macías que llega a tiempo para ponerse a mi lado en la salida mientras intercambiamos unas palabras.

Se da la cuenta atras y... ¡pum! arrancamos sobre el asfalto madrileño, cuidando en mi caso, esas salidas eufóricas demasiado dejadas por el instinto animal que llevo dentro. Antes del primer kilometro y mientras recordaba el año pasado junto a Arturo, se me presenta este dándome ánimos y al que saludo. Me siento bien, ligero y rápido mientras avanzo entre las filas del resto de corredores pensando en lo bien que lo iba a hacer Carol a pesar de lo poco confiada que iba.

Sobre el kilometro 3 Quique me adelanta animándome, ¡grande Quique! al que le digo que tire, que esta vez tenía la apetencia de ir "con otro chip". Mentiría si dijera que no me faltaba la chispa de siempre, pero me apeteció no forzar y disfrutar como antaño, animando al resto de corredores y no como en las últimas carreras más apurado de todos estos detalles. Así que, con la sonrisa de oreja a oreja, avancé por el mismo recorrido que el año pasado había hecho junto a Arturo en un placentero sufrimiento y afrontándolo de otra manera, con una necesidad de no sufrir que iría constante hasta la meta. Intercambio metros con el gran Jose Laguna de la Panda del Muro que más tarde haría un gran tiempo cuando Arturo me coge de nuevo para tirar de mí: "hoy sin presión", le digo. Iría junto a mí un par de kilometros haciéndome más disfrutón si cabe el circuito.

Paso las cuestas del puente de Ruben Darío y de Cibeles mientras me acuerdo de Javi y como el año pasado me animaba en esos puntos. Es Fran, el que este año me grita cuando nos cruzamos. Alfonso XIII marca casi el final de este rápido pero no fácil circuito en donde al final, me esperaba mi papi gritando como el que más. "¡te quiero papi!" le grito cuando paso a su lado mientras le choco la mano.

Esprinto como hacía tiempo, sonrisa en cara y electricidad en cuerpo habiendo disfrutado plenamente desde el pistoletazo de salida y marcando un buen 36:22. Más euforia casi tendría al esperar a Fran mientras observaba como el minuto 37 avanzaba y no venía a mi compañero. Ya sobre el 37:40 le veo a menos de 100 metros en los que rompe a esprintar mientras le grito cual loco de la colina. ¡Si! Marca personal para él. Mario entraría a los pocos segundos. El día nos traería más sorpresas como el tiempazo de Lau, que haría también mejor marca personal. Helen llegaba haciendo una gran carrera también.



Me dirijo hacia el punto donde estaba mi papi para ir a buscar a Carol. Allí aguardamos un poco y salgo a buscarla mientras animo al resto de corredores. No se como la voy a distinguir del resto de la marabunta, en la que los corredores llegana  borbotenes, pero como siempre y de repente, la veo. Me quedo con una cara de estupefacción positiva que me cuesta explicar y estallo de alegría. "¡Vamos Carol!" la grito casí al unisono con mi papi. Me alegra ver que sonríe y que va superfeliz. De allí hasta la meta, la acompañaría disfrutando casí más que con mi propia carrera. Carol entraría mejorando casi 4 minutos su marca de 10.000 del año pasado y habiendo entrenado menos. ¡Qué gran final nena, enhorabuena! El orgullo me sale por doquier. Pepe Fernandez aparece al finalizar la carrera y con el que intercambiamos buenas impresiones.



Gran día, grandes sensaciones y grandes marcas.

¡Skoda Triatlón allá vamos!






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Valoración final en
 El Calidómetro