5 oct 2020

Nike Air Zoom Pegasus 36 Trail Night

Más por capricho que por necesidad, pues no pensaba ponerme a correr trails (aunque me gustan) y por el precioso color rojo oscuro de la edición limitada que sacaron en Europa, me hice con este modelo. No es que la marca americana tenga un curriculum muy amplio en el terreno del Trail, pero sin duda este modelo viene pisando fuerte. La morfología de la zapatilla cambia bastante de sus hermanas de asfalto aunque mantiene ciertos elementos de la marca y del modelo Pegasus.


El upper muy ligero a pesar de llevar tres capas a modo de sándwich, con muy buena transpiración gracias a la parte superior perforada, refuerzos laterales en la parte anterior del pie y posterior para posible roces con rocas u otros elementos del terreno. La parte del talón sigue el camino de las Pegasus 35 minimizando el roce con el talón. La parte interna del upper aporta comodidad, evita rozaduras y ayuda a llevar la lengüeta cosida para que no se mueva, que por cierto, viene a ser extremadamente fina, algo que se agradece pues aporta mejor ajuste al pie. 


En el apartado de la amortiguación este modelo a diferencia del resto de la gama Trail, cuenta con dos unidades de zoom, en el talón y en la parte delantera todo reforzado con espuma cushlon asegurando buen retorno de la energía. Puedo asegurar que se notan ambas unidades con muy buena respuesta en la pisada.
La suela, que replica a la Pegasus asfáltera pero adaptándose al trail, cuenta con unos tacos, que  aseguran un óptimo agarre y tracción potente, 5mm. Peso 257 g y Drop 10 mm.


En definitiva, tenemos una zapatilla perfecta para correr por el campo siempre y cuando no sea excesivamente técnico, asegurándonos una versatilidad también a la hora de correr por asfalto donde se muestran ágiles para ser una zapatilla de trail. Unas zapas super cómodas, perfectas para pisar rocas, atravesar charcos y subir los terrenos más escarpados. Muy recomendadas.


29 sept 2020

Nike Zoomfly

En la San Silvestre del 2017, en un esfuerzo marketiniano que le salió de lujo, Nike metió en el podio de la carrera a tres corredores con el mismo modelo de zapatilla: Nike ZoomX Vaporfly 4%. Estas zapatillas empezaban su prodigiosa andadura real en ventas ya que, venían de meses anteriores, del llamado "Breaking2" en donde un 6 de mayo de 2017, Eliud Kipchoge, Lelisa Desisa y Zersenay Tadese intentaron cruzar la línea de meta bajando de las dos horas en 42.195 m. Fue en Monza (Italia), donde Eliud se convirtió en el corredor de maratón más rápido de la historia, con una marca de 2 horas y 25 segundos. Se midió todo hasta el milímetro para conseguir la hazaña y aún así no salió. Pero las ventas si. Y es que en esta zapatilla se produjo un trabajo de estudio e innovación de grandes proporciones. 

Eliud y compañía en el Breaking2
Eliud y compañía en el Breaking2

Y todo esto nos lleva a la versión "barata" de ese modelo en el que hablaba en líneas anteriores. Dicha versión era más barata, en un movimiento de la marca por acercar esas innovaciones al resto de corredores amateurs, pero sin duda no resultaba una zapatilla asequible a cualquier bolsillo. El caso es que pasados unos meses empezaban a mostrarse ofertas asequibles y yo quise hacerme con un par (concretamente en Bikila y bien asesorado por Javier López Villarubia) para experimentar un poco todo aquello y lo bien que hablaban de ella: Nike Zoom Fly. 

Simplemente la forma ya desencaja al principio: talón muy elevado (para ser rápidas), un aspecto agresivo y un diseño más bien minimalista (no me refiero a zapas minimalistas). Nada más calzártelas, la sensación es diferente a cualquier otra zapatilla. La inercia hacia delante se muestra incluso en parado. Con unas zancadas de prueba en la tienda me las llevé y en el primer rodaje pude constatar que era un auténtico disfrute correr con ellas. No había tenido unas sensaciones tan molonas con ninguna otra zapatilla y es un verdadero disfrute correr con ellas. Hay cierto impulso y rebote al correr con ellas, sobre todo en ritmos rápidos. En ritmos lentos la buena amortiguación que tiene produce una sensación de comodidad. Son muy cómodas, ofrecen buen agarre a la tracción en asfalto (ojo con la tierra, por que no es su elemento)  y en concreto este modelo envuelve y sujeta muy bien el pie. Para no llevar ninguna cápsula de Zoom tienen una amortiguación buenísima y a pesar de ello una respuesta buenísima en cada zancada ¿Qué las hace tan especiales?


Empezando por el upper, el tejido Flymesh aporta una buena transpiración, bastante resistencia al desgaste y sujetando muy bien todo el pie. Los cables Flywire ayudan en la sujeción de los cordones. Justamente debajo tendríamos la tan famosa placa de carbono, que en el caso de las Zoom Fly es de Nylon con carbono inyectado. Ha habido mucha polémica al respecto, sobre si esto es una ayuda extra o no. Y más bien tras muchos estudios vendríamos a confirmar que no todo es la placa en sí, sino la combinación con la ligera espuma que incorpora que viene a ser de Lunarlon, exclusiva de la marca, obteniendo una pisada reactiva y suave.
La suela tiene un diseño de piezas pentagonales con ciertas partes clave reforzadas (en color negro en este modelo) para aumentar la respuesta al desgaste. Peso 246 g y Drop 10 mm.

Como decía anteriormente ha habido polémica cuando se anunció que llevaban una placa de carbono. El artículo 143 de la IAAF dice: "Toda zapatilla debe estar disponible a cualquiera en favor del espíritu de universalidad del atletismo. No deben estar fabricadas ofreciendo una asistencia o ventaja desleal a los atletas."

Lo curioso es que si se investiga un poco, hace unos 20 años que ya se experimentó con dichas placas. ¡20 años! La marca alemana ya había creado las Adidas Gazelle Pro-Plate y las Fila Racer de igual modo incorporaban esta ayuda y nadie se llevó las manos a la cabeza y tampoco supuso una revolución. De algún modo dejaron de fabricarse y cayó en el olvido hasta que la marca americana la ha incorporada de manera tan satisfactoria. ¿Es la placa o la espuma la que hace tan especial a estas zapatillas? Es posible que sea la combinación de ambas, sumado a la especial morfología que tiene la zapatilla. De lo que no cabe la menor duda, al menos a titulo personal es que cada vez que me las pongo para correr, se avecina una carrera en la que disfruto mucho. Recomendadísimas si te gusta meterle caña a los ritmos.


24 dic 2015

carrera del Agua 2015 (5 km)

10 de mayo. 
Una vez más la cita del Club deportivo Canal nos agolpaba a Fran, Lau y yo en Plaza Castilla, donde esta vez la novedad en su clásico circuito de 10 km era la modalidad de un eléctrico y rápido 5 km que nos lanzamos a probar sin ninguna duda. Allí, entre otros, como SchumyMario y Helen al 10 km estaba un antiguo compañero de fatigas, Jose Ángel Santiago, con el que compartí bastantes carreras en mi etapa infantil, cadete y posteriores años. Mi amigo y socio Luis Pereira también afrontaba el 5 km.

Salida rápida y trato de controlar la velocidad como siempre. El circuito de 5 km rompe la clásica ruta de los 10 km a la que etsoy acostumbrado y nos desvía a la derecha para encaminar una buena recta donde Jose me adelantaría con fuerza ¡ánimo Jose! le grito.

El circuito es muy rápido y después de echarle un vistazo con anterioridad se que solo cuenta con un desnivel muy pequeño de unos 300 metros antes de completar el primer kilómetro, lo que es ideal. Así que como siempre, se trata de aguantar a buen ritmo ese tramo y tratar de "volar" en el resto. Así lo hago, mantengo el ritmo y la frescura, gracias a entre otras cosas a que la carrera acaba de empezar y en menos de lo que parece estamos dando vueltas a la glorieta de Plaza Castilla para entrar con fuerza en la larga calle de Bravo Murillo: ahí empieza la carrera. Somos pocos los elegidos para el circuito corto y allí voy recortando alguna posición. 

Luchando junto a Andy
Cogería a un atleta joven del Club Deportivo Alcorcón con el que a día de hoy he hecho muy buenas migas: Andrés Carranza. O Andy como yo le lllamo, es un tipo más joven que yo con buen corazón y que me grita que le eche un cable. Estoy a punto de adelantarle pero vamos a un ritmo muy parecido y bajar el pistón un pelin no cambiará nada para mí y puede ser vital para él. "¡Venga ánimo, vamos juntos!" le digo. 


¡Menuda panda!
Avanzamos la ya nombrada calle de Bravo Murillo poco a poco, bordeando glorietas y mirando a un fondo que no enseña la meta. Pero los kilometros siempre van cayendo y aunque no lo parezca, siempre es así. Y Andy lucha a mi lado mientras no dejo de animarle y le repito encarecidamente que no mire el crono y que tan solo trate de disfrutar en ese momento. Le aseguro a pies juntillas que ese es "el auténtico combustible que mueve este mundo". Parece hacerme caso y seguimos juntos. Me siento bien, ligero y rápido y el hecho de echar un cable me inunda de energía positiva que se transfiere rápidamente a mis piernas.
Smiling finisher!

Los kilometros caen y entramos al parque del Canal que marca el menos d eun kilometro pàra la llegada. Subo una marcha más como siempre mientras le grito a Andy que no decaiga y que me siga, que aquello ya acaba. Andy me sigue y ya antes de entrar en la última recta exploto finalmente subiendo otra marcha más y realizando una recta a toda velocidad. Allí a la derecha y como siempre, Carol está con la cámara en la mano y animándonos a llegar. Entro marcando un registro de 17:34 con grandísimas buenas sensaciones. Andy entraba feliz y nos fundimos en un abrazo mientras me dice que ha conseguido el crono que quería. Fran llegaba al poco, Mario también y Lau por detrás.


Gran día en el que acabamos tomándo algo en La Perdiz junto a Jose, Schumy y Auro, Lau y Fran disfrutándo de un sol que auguraba un gran verano.



Valoración final en
 El Calidómetro