En una de las anteriores entradas sorteamos un estupendo dorsal gratis para la Reebok Spartan Race. Nuestra ganadora fue Isa Troytiño que se animo a contarnos como fue su experiencia en tal hazaña. Muchas gracias Isa:
La carrera en la que morderás barro y no perderás la sonrisa.
Más
de doce quilómetros por montaña y veintiún obstáculos. Ninguna forma de
llegar hasta ese reto, a 72km de Barcelona, en un circuito cerrado
común para moteros de trial en el centro de Catalunya. Cero ayuda por
parte de la organización para el desplazamiento de los valientes que
quisieran completar la hazaña para ganarse el distintivo de espartano de
siglo XXI. Alquilé un coche y lo llené a través de blablacar con un
granadino, un valenciano, un cántabro madrileño y una catalana. Valía la
pena alquilar, al fin y al cabo Juanqui hizo posible que pudiese
asistir a una carrera que de otro modo me hubiera costado casi ochenta
euros.
Rafa de Granada, Gustavo de Madrid y Santander, Isa de Catalunya y Héctor de Xativa tras correr la súper, excepto la bestia parda de Gustavo que corrió la Beast |
No iba preparada, debía estar unos cinco quilos por encima de mi peso de buen rendimiento deportivo. Hacía semanas que no corría más de veinte quilómetros por semana. Sabía que lo que me haría superar la carrera sería mi capacidad basal de esfuerzo y mi cabeza, la capacidad de quitarle importancia a las marcas para dársela a gozar como una niña chica con todos los elementos que ponían, muy pero que muy fácil, tomarse la carrera con serio cachondeo y disfrute. Vías abiertas para correr, otros niños grandes de buen rollo, gritando, pasando por debajo de alambre espino, metiéndose en piscinas de barro, atravesando troncos en equilibrio, trepando por redes, superando vallas de encierro. Mucho barro y charcos, pruebas y obstáculos de fuerza y destreza, vallas que saltar y el objetivo de jugar hasta el final. Luchar como juego, superarse como juego. Levantarse, ser capaz, creer en llegar a la meta y no desfallecer. Un espartano, al fin y al cabo, no se da cuenta de que está luchando o se está superando porque es su forma de vida, es casi como comer, no es una capacidad física, es la actitud de aquellas personas para las que abandonar o huir son verbos que no tienen registrados o cuyo significado desconocen.
Tras dos horas y poco, con
sensación de entumecimiento muscular y un gato en el estómago que pedía
combustible, salté unas brasas como último obstáculo para atravesar la
meta y recibir la medalla azul de Finisher de la Spartan Súper 2014, una
camiseta, bebida isotónica, plátano, barrita, y aminoácidos pensé ¿Ya
está? ¡Podría haber hecho la Beast! Pero no podía, porque era
simultánea. La que si podía hacer era la Sprint, la de 5km y 15
obstáculos que tendría lugar al día siguiente. Seguía teniendo coche, y
alguno de los espartanos del coche estaban dispuestos a repetir. Al
cántabro madrileño, Gustavo Navedo, que había estrenado la Súper en su primera
edición en Madrid el 31 de mayo, completar la Sprint, junto con la Beast
que corrió mientras el resto hacíamos la Súper, le daría la medalla
Trifecta, la de las tres carreras completadas en un año, el
reconocimiento máximo de la Spartan Race. Sin planes para el domingo,
repetí, esta vez presentándonos a la Sprint, aceptando de última hora a
una nueva inquilina en el coche de Almería, Mayte, quien llegó a la meta
con Gustavo, mucho antes que yo e igual de feliz.
Sin
embargo, la odisea no finalizó tras la meta de la Sprint, empezó a
llover de forma torrencial, nos costó Dios y ayuda sacar el coche de una
zona de aparcamiento convertida en lodazal inundado que nos dejó
empapados de arriba a abajo sin más ropa de repuesto.
Medalla de haber completado la súper el 27/09/2014. Medallas de la súper el 27/09/2014 y la sprint del 28/09/2014 con el avituallamiento post-carrera de los campeones, plátano con caña fresquita de cerveza.
Ha sido un fin de semana espectacular, me llevo el contacto y la experiencia compartida con otros espartanos con los que espero encontrarme en futuras ocasiones para hacer lo que nos gusta. Correr, jugar y superarse.
Madre mía que divertido y a la vez agotador tiene que ser terminar una de estas prueba.
ResponderEliminarFelicidades a todos.
¡Me ha encantado! Esa espartana con un humor inmejorable :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias por publicarla Juanqui y por el dorsal! Un abrazo :-D
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